El 21 de noviembre es natalicio de Sandra Zaiter. Con ella en el cielo, es gaviota con alas gloriosas, y el recuerdo combina lágrimas, agradecimiento y mucho más... Su nombre sigue tocando almas...
Alma luminosa.
Mucho hay que reflexionar. Mucho hay que atesorar. Aunque el patrón es que los fallecidos son olvidados, Sandra merece ser recordada y será recordada por tanto amor que sembró. Doy gracias a Dios porque pude saludarla en Ponce. Comparto ese relato, con fotos que tomé, que sé tocará a muchos:
El 6 de julio de 2013, la actividad “Brillan los libros en Plaza del Caribe” en Ponce, se engalanó con la presencia de Sandra Zaiter. Es bueno recordar que en ese entonces, la librería Paliques fue parte de la organización y agradecer a todos los que participaron en tal oasis. Sandra Zaiter fue profeta en nuestra tierra puertorriqueña y más allá, se ganó la admiración y el aprecio de incontables almas y al tener la oportunidad de saludarla en ese evento, le comuniqué agradecimiento con un recuerdo:
Recuerdo que siendo niño, me llevaron a verle y saludarle. En ese tiempo, ella estaba en el programa “Romper Room”. Junto a ella en esa escena de la década de 1970, alguien tenía disfraz de abeja y aunque hay detalles que se me escapan en el recuerdo, no olvido que su beso en la mejilla de los niños era de corazón puro, humilde y sincero.
Diariamente consagro mi trabajo al Señor. En el 2013, al salir de casa en la mañana, la bendición que seguía recibiendo era de mi madre Adela Martínez Cruz; en el 2012, mi madre había sobrevivido milagrosamente a una gravedad. Hoy ella está en el cielo. Ojalá pueda saludar en la Eternidad a Sandra.
Cuando Sandra me saludó aquella vez en Ponce, estaba de pie, sostenida en sus dos piernas. Cuando la saludé en el 2013, ví que estaba más de pie, sostenida en la fe y el amor; en el respeto, la administración y el agradecimiento de incontables almas.
No puede ser casualidad que la saludara nuevamente en Ponce, y escuchara sus palabras de agradecimiento a la vida y los milagros, con el mensaje de que todos tenemos alas y hay que romper vicios o temores que puedan ser ataduras con la tierra que impidan el vuelo del pleno potencial.
Así, presentó su libro Gaviota en vuelo… con un ala rota. Dijo que el libro consiste de anécdotas que harán brotar sonrisas y al reflexionar, exhortó al amor, cariño y aprecio y sobre todo, el abrazo. Afirmó que quienes están en la cárcel, no es porque no se les diera un cocotazo a tiempo, sino porque no se les diera un abrazo a tiempo. Los aplausos dijeron mucho y ciertamente el inspirar a vivir a plenitud con agradecimiento y con una sonrisa, da luz al mundo. Que sigan las actividades en pro de la lectura y la integral edificación que fomenta una vida sana y una buena civilización.
La sonrisa de Sandra Zaiter seguirá brillando en los testimonios de los que siempre mantienen un niño interior (niño que siempre busca vivir y hacer el bien y no pierde ilusiones y esperanzas), como este servidor. Su mensaje positivo palpitara en cada testimonio de bien que transmita valores a las nuevas generaciones. Su voz es como onda expansiva, es inspiración eterna.
Sandra Zaiter: Gracias por vivificar siempre la magia de una sonrisa sincera, el poder de la fe y la armonía constructiva que nace de todo lo mejor del interior. Eso es dar un toque divino al mundo, ya que Dios emplea los medios que Él desea para responder y obrar. Gracias por confirmar que hay sabiduría y valor en la amorosa inocencia de niño y en la madurez que no olvida esa base. Dios se creció al crear a la mujer; sea más que bendecida. Gracias porque desde la Eternidad y desde los legados y recuerdos en esta tierra, seguirá forjando y consagrando mucho. Adelante…
No hay comentarios:
Publicar un comentario