Batallante: Más que celebrar el "Descubrimiento", celebremos la Puertorriqueñidad

En octubre se celebra el Día de la Raza. Es reconocido también el Día del Respeto a la Diversidad Cultural porque se conmemora la llegada a América por el navegante Cristóbal Colón en el año 1492.

El 19 de noviembre es identificado tradicionalmente como el "Día del Descubrimiento de Puerto Rico" dado en 1493. Con el paso del tiempo, el término de descubrimiento va entre comillas y se ve más allá.

Procede recordar que fue grande en 1992, la celebración del Quinto Centenario del Descubrimiento de América; y en Puerto Rico fue creada la Comisión Puertorriqueña para la Celebración del Quinto Centenario de América y de Puerto Rico. No faltaron los debates sobre si fue un armonioso y natural encuentro de culturas a celebrar, o si fue un despojo violento.

Objetivamente, superando debates, fue lo más sabio participar en esas celebraciones por la gran cantidad de eventos y propuestas que fomentaron la conciencia histórica, el desarrollo económico y la proyección internacional. Por ejemplo, por vía de la Comisión Puertorriqueña, hubo comités municipales de celebración y por consiguiente, en cada municipio hubo actividades y obras. A ese principio de progreso para todos los municipios, hay que volver.

En la Génesis del Descubrimiento y de lo que desató: Contrario a la mentalidad de los peregrinos que llegaron a América del Norte con visión de trabajo y consagración, la aventura de Cristóbal Colón fue el inicio de la llegada a América Latina de colonizadores con mentalidad de explotación y estilo medieval. Ese contraste de orígenes, explica el progreso en Estados Unidos y los atrasos en América Latina.

La visión de explotación y la búsqueda de oro, trajo estilos de saqueo, de exterminio indigencia y de esclavitud. Hubo religiosos que se preocuparon por lo sufridos, pero la evangelización no fue el norte de la colonización. De hecho, estilos que hoy se ven de maltrato a estudiantes y a trabajadores, son ecos de esos estilos de "la letra con sangre entra".

Ante esos abusos, las causas libertarias en América Latina han sido cruentas y complicadas; y los atrasos que siguen, en gran medida se originan en lo ideológico. Las tendencias de izquierda no han sido para bien, e ideologías como la "teología de la liberación" fueron pantalla para agendas políticas que no fomentan progreso ni libertad integral. En el siglo XX, hubo sabiduría en Puerto Rico al lograr libertades y adelantos en forma pacífica.

El análisis de contrastes confirma que no hubo un romántico encuentro de culturas tras el "descubrimiento" de América. Sin embargo, procede reiterar que la celebración del Quinto Centenario género múltiples actividades culturales y recreativas y de intercambios entre los países que deberían tener continuidad para fomentar la evolución, la democracia y el crecimiento de los pueblos.

En ese contexto y con visión amplia, Puerto Rico no permaneció congelado en lo cuestionable de la colonización española. Puerto Rico afirmó su identidad propia, tuvo avances autonomicos y alcanzó nuevos niveles de gobierno propio, relación de pueblos y progreso integral como Estado Libre Asociado (ELA) con plena dignidad y naturaleza no colonial.

Más que “Descubrimiento”, celebremos Puertorriqueñidad… ¡Puerto Rico es ELA y es nación!

· “Nuestra patria: Puerto Rico; nuestra nación: Puerto Rico. Los Estados Unidos: la federación a la cual estamos unidos permanentemente, por voluntad propia del pueblo puertorriqueño mediante vínculos constitucionales de ciudadanía y mediante lazos de afectos y entendimiento profundo". --Rafael Hernández Colón, 1969

· “Para los puertorriqueños, Nación, si quisiéramos llamarle así, es Puerto Rico; nación cultural, con sentido histórico de sí misma, nación que no es nacionalista, ni separatista, ni aislacionista, sino federalista, unificacionista, pionera en el gran sueño de la fuerte unión en la fructífera diversidad entre los pueblos de la tierra”. –Luis Muñoz Marín, 1969

Procede seguir la ruta del buen camino y perfeccionar la unión de Puerto Rico con Estados Unidos. Adelante consagradamente en el buen camino.