miércoles, 6 de julio de 2011

Julio 2011

Comienza el mes de julio. En el país, muchos lo ven como el mes más político por tener significativos motivos de reafirmación para las principales corrientes ideológicas. Esa oportunidad de expresión y participación potencia la democracia, pero deseo enfocarme en otro nivel: Comienza el mes número 7 y grandes son los significados para el número 7. 

Los grandes aventureros buscaban conquistar los 7 mares. Dios se tomó 7 días en la creación y nos dejó una semana con 7 días que son oportunidad y llamado para emplearlos con sabiduría. Desde el punto de vista bíblico, el 7 se asocia con plenitud. Si optamos por buscar unos ejemplos: 7 veces tuvieron que recorrer los hebreos la ciudad de Jericó antes de derribar los muros para tener acceso a la victoria al son de la mejor melodía que viene de adentro (Josué 6:1-5); Naamán el sirio tuvo que zambullirse siete veces en el río Jordán para ser sano (2 Reyes 5:14); se dice que el justo aunque siete veces cayere, volverá a levantarse (Proverbios 24:16); en San Mateo 7:7: Jesús dice: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”.

No busco convertir lo bíblico en numerología, y tampoco busco el extremo enfoque teológico que aparte de la revelación y del mayor propósito de la Palabra para la vida, que es dar sentido a la jornada y mejor definición a lo que se vive. Al comenzar el mes de julio, el mes 7, invito a enfocar las razones de agradecimiento y perseverancia, así como a destacar lo que merece la más genuina y sincera admiración y apoyo. De ahí nacen los consejos edificantes, la franca voz de bien y las más puras oraciones.

Si reviso mi vida, rememorar ante el mes de julio tendrá sus significados para cada etapa. En todas, se aprecia el entorno familiar y se reconoce lo aleccionador en cada vivencia. Si veo más allá, es más que justo reconocer a julio como el Mes del Cumpleaños de la gran alma con vocación y llamado, dones y belleza inenarrable, energía y presencia sin igual, que tiene el nombre artístico de Melina León.

Si escribo así, es porque ella ha sabido generar la música que jamaquea conciencias de hombres y mujeres. En el 2011 se cumplen 10 años del disco “Corazón de Mujer”, que dice en “Agradecimientos”: “Estas canciones son para todas las que hemos amado y para todos aquellos que han sido amado y flechado por el corazón de una mujer”. Eso trasciende con ondas expansivas, por el poder propio del amor; del amor surge el respeto a la vida, la capacidad valorativa, el valor y la entrega a la digna causa.

Si he destacado a Melina León como la cantante cristiana que más admiro, es precisamente porque tiene que ser de Dios lo que aporta a unir hombres y mujeres en el gran propósito de ser mejores seres humanos. Es una fuerza que impulsa nuevos pasos de fe; la fe es semilla y generador. No puede ser casualidad que celebremos el cumpleaños de Melina en el mes 7 que se asocia con creación y plenitud.

¿Qué recuerdo especial trae julio a quien lee mis palabras? Al felicitar a Melina León en el mes de su cumpleaños, en el mes 7 del Señor, celebremos vida y que sea todo lo mejor capaz de forjar corazón -al amparo de Dios y de una sabia conciencia- fuerza potenciadora de luz; luz para nuevas realidades a consagrar e inspirar almas. Adelante en el nombre de Jesucristo. 

-Gerardo L. Berríos Martínez  


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