Congregarme dominicalmente en la Iglesia Nuevo Testamento (INT) de Ponce, ubicada en la Ave. Hostos número 1188 de la Ciudad Señorial y pastoreada por Carlos Camacho y Susana Cardona, es siempre una muy grata y edificante experiencia. Como parte del proceso en pos del crecimiento integral con visión y propósito, asistí a un Taller del Concilio de INT, llevado a cabo el sábado 30 de mayo de 2011 en Vaga Baja, Ciudad del Melao Melao. El mensaje fue brindado por el pastor, obispo y superintendente David Barlock. Reconozco que por poco no asisto, pero asistí y fue lo más sabio. Doy gracias a Dios por obrar en las formas más insospechadas, y le dedico un saludo especial a los Pastores y el grupo de hermanos en la fe que desde Ponce, fuimos con gran expectación, fe y la voluntad para vivir todo lo que unifica y vivifica, fortalece y fructifica. En este texto, no resumiré lo dicho por el pastor Barlock. En este texto destacaré que una gran bendición es el desarrollo de la armonía en la Iglesia, que puede conmover hasta al más endurecido corazón, y tocar al alma que se sienta en la más honda soledad. No sólo me sentí bendecido al ver al pastor Camacho en la tarea de traducción del aleccionador y potenciador mensaje brindado por el pastor Barlock (mensaje fruto de la inspiración divina que origina talentos; ambos Pastores en una misma y gran visión y unción), y a la pastora Cardona transmitiendo en cada saludo el corazón de viva y creciente familia, sino que atesoro mucho que cada servicio en INT de Ponce, es en sí un taller único. El tema tocado por el pastor Barlock fue el de “La unidad de la Iglesia, obstáculos y soluciones”. No existe iglesia ni organización humana totalmente libre y exenta de conflictos y desafíos; lo que hace la diferencia es la forma en que se busca de Dios para generar soluciones. Una gran expresión del pastor, obispo y superintendente Barlock fue “la unidad se trabaja dentro de nosotros”; es decir, en el interior de la persona, y la enseñanza no se limita a lo ministerial o al templo, se aplica efectivamente a todo. Fue correcto educar tanto sobre el respeto a la jerarquía establecida por Dios en la Iglesia, como sobre el deber de que esa autoridad sea bien ejercida en rectitud, dignidad y orden. El mayor poder es el amor; y la unidad en hacer para Dios, funciona. Para quienes quieran comenzar o ampliar el estudio, recomiendo congregarse (INT en Ponce es buen lugar al que se puede invitar con paz; en INT en los demás municipios también se siembra y se hace obra, y merece el Concilio entero la cobertura de oraciones y bendiciones en la medida de la afirmación en el buen camino) y buscar en estos canales de internet, todo lo relacionado con lo que se lleva a cabo para construir desde la sana doctrina cristiana. Al escribir, no sé si llegará el momento para dar testimonio del cumplimiento de mi promesa y el porvenir es libro con páginas inéditas, pero sí sé que hay almas que dan y consagran lo mejor de sí. Eso en sí es gran motivo de esperanza en tiempos de reto y crisis, y poderoso aliento para seguir perseverando. Dios ilumine a todos.
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