domingo, 16 de diciembre de 2012

¡A expandir la potenciación recibida al congregarnos!


Hoy domingo -día en que se fomenta comenzar bien la semana con el acto de la congregación- es propio recordar que el pasado viernes 14 de diciembre de 2012, por segundo año consecutivo se llevó a cabo al exitoso evento llamado “Renacer Navideño” en la plaza Las Delicias de la Ciudad Señorial.

 

Fue un evento de música, espectáculos artísticos y estampas navideñas vivientes. Fue un evento en que las organizaciones de base de fe de nuestra Ciudad, aportaron positivamente a dar un oasis de paz y unidad familiar y comunitaria. En verdad hubo gran derroche de dones, consagración y creatividad.

 

Felicito a todos los organizadores y participantes, ya que en cada baile y canto y en cada estampa navideña, no sólo se confirmó que congregarse fomenta la consagrada potenciación integral, sino que al compartir unas raíces de fe, se alienta el llamado a desarrollar los talentos al máximo en forma constructiva con sana y sabia visión.

 

Así, con el debido respeto saludo de manera especial a los talentos de la Iglesia Nuevo Testamento de Ponce (obra pastoreada por los pastores Susana y Carlos Camacho, y localizada en la esquina de la Calle Villa, frente a la Plaza Las Delicias y la Fuente de los Leones), que en el espacio asignado, se dedicaron a los tradicionales cantos y la contagiosa alegría que enfocada en el Señor, movía a los espectadores a unirse y dejar de ser solo espectadores. Confirmaron que hay nuevas fuerzas en la fe.

 

Vivimos tiempos convulsos de afanes, conflictos, violencia y crimen en que la confusión y la sangre de inocentes afecta la paz y tranquilidad que debería reinar. Por eso, ahora más que nunca procede celebrar el cumpleaños del  Redentor, Sanador y Príncipe de Paz; y que nos congreguemos, superando el refrán de recordar a Dios “solo cuando truena”, para desarrollar un nuevo y mejor rumbo de vida en lo que vivamos, desde la perspectiva y propósito de expandir la potenciación recibida al congregarnos.

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Celebremos que el pasado viernes, TODOS los participantes –cada congregación y cada alma en la estampa y rol asignado por el Altísimo, pero todos hermanados y fortalecidos como creyentes- dedicaron todo lo mejor en el Gran “Renacer Navideño”; lo que es en sí alentadora señal de victoria en tiempos en que tanto se necesita creer sabia y valientemente, renacer y reverdecer. Así, congregarnos es punto de inicio.

 

Celebremos que cada muestra navideña y cada detalle, reciba su mayor esplendor de una nueva y mayor conciencia para levantar al caído y dar el bálsamo al que sufre. ¡Celebremos al Señor vivo y presente! ¡Celebremos la voluntad de que todos los días, sea el Señor en cada uno para realizar y fructificar el Nuevo Nosotros!

 

El mensaje es claro: Navidad es Amor. Amor es sentido y rumbo de vida para todos los días. Perseverar es cuestión de fe, amor, valor, obra, visión y honor. Dios dé luz…

                                                                                                                                     

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