Cuando se habla de “familias
disfuncionales”, pienso que en la realidad todas las familias son
disfuncionales. Lo de familias funcionales es algo fabricado.
Viene a mi mente
alguien que tiende demasiado a clasificar a otras familias como disfuncionales,
sin reconocer que su propia familia es la estaca de las familias
disfuncionales. ¿Cuántos han enfrentado o enfrentan algo así? Dice el refrán
que habla quien menos puede, y hay quienes caen en eso que pasan a ser bufones.
Ser bufón NO es ser la
gran alma de la fiesta o el buen centro de la conversación. Voy más allá: Ser
“alegre” no es una apariencia, es algo que surge puro de adentro. Ser “alegre”
NO es un show teatral, simular y empalagar, o cantar y dar carcajadas con la
más elevada voz. Ser “Alegre” ES ser capaces de transmitir el gesto correcto
que contagia alegría de verdad; alegría que se puede expresar con sonrisas,
bailes y cantos (tanto en buena bohemia como en diversos escenarios, y más lo
espontáneo), y también con acción vivificadora y apoyo ante la prueba; que
alegra tanto con el tono agradable, como bien suavecito para que el Creador
comprenda, responda y se manifieste. ¿Cuántos se autoproclaman como “personas
alegres” y en realidad son una caricatura? Busquemos abonar a redescubrir la
genuina alegría. Dios ilumine a todos.
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