Gracias
por los saludos de ayer, en el día de mi cumpleaños. Gracias a Dios, familia,
hermanos de la fe, el alma que con voz angelical tanto consagra sus dones e
inspira, amistades, colaboradores, voluntades solidarias en tantas causas y
batallas, y todos los que de una u otra forma, en lo expresado y hasta en
silencio con un pensamiento hacia el Creador, tuvieron el buen gesto hacia este
servidor. ¿Qué más decir?
La
fe cree y busca dar trascendencia; la razón busca armonizar la natural y lo
espiritual, y en lo breve y efímero buscamos ser, amar, perseverar y vivir algo
más. Al meditar y contemplar mi ruta, veo motivos de gratitud y también veo asuntos
pendientes. Más allá de mis planes y deseos, o de lo que pueda identificar como
mi mayor anhelo, pido a Dios que todo se integre en un plan perfecto en un
testimonio que dé luz.
Al
reafirmar el mayor propósito de vivir el cumplimiento de una promesa, sea la
vida una sabia y fructífera causa de amor. Gracias y el Supremo Artífice
ilumine a todos.
--Gerardo L.
Berríos Martínez
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