“Esta es la
palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el
Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para
salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será
avergonzado” –Romanos 10:8-11.
Veo positivo que bien a su nivel y formación de ser,
el gobernador Alejandro García Padilla comenzara su proceso de toma de posesión
con una Misa. Recordemos que Salomón buscó de Dios sabiduría para gobernar
bien. Sin embargo, es propio recordar que el cristianismo unifica, es mayor y
no es religión. La Biblia exhorta a orar por las autoridades; y bendigo al Gobernador
Padilla que apoyé en campaña y con mi voto, pero con la conciencia de que el
Señor es PRIMERO y a Él busco agradar.
Confío en que el gobernador García Padilla,
alcaldes, legisladores y funcionarios gubernamentales, darán debida atención a
las expresiones y recomendaciones del sector cristiano en todas sus vertientes,
y de otras creencias e ideologías, ya que se juramenta gobernar bien para TODOS
los habitantes en Puerto Rico, no para un estilo de “estado religioso”. Buen
factor unificador es la creencia en un poder supremo.
Con esa perspectiva que permite buscar lo que
es más y trasciende, doy sumo respeto y valor a los mensajes de los pastores
Susana y Carlos Camacho, quienes pastorean la Iglesia Nuevo Testamento de Ponce; obra
ubicada en la esquina de la Calle Villa, frente a la Plaza Las Delicias y la
Fuente de los Leones de la Ciudad Señorial.
Que conste que veo propio bendecir a
todo
lugar en donde se congreguen creyentes en el Señor para que El impere y
establezca el rumbo; y así lo hago. Que todos y cada uno, nos
encaminemos al lugar de congregación con las razones correctas, para que el
punto final de cada servicio, sea en realidad el punto de inicio para ser
renovados constantemente, y poder ser identificados ejemplar y positivamente
como cristianos.
Reconozco que he tenido que
examinarme a mí mismo y como parte del proceso, he salido del tipo de libreto
religioso de indicar que en tal lugar exclusivamente hay “sorpresas” y
“Presencia””, ya que el Altísimo puede estar Presente en múltiples lugares y es
injusto negar las maravillas y milagros a buenos cristianos que están en otros
templos. ¡Reine el Señor en la Isla del Cordero entera!
Con esa visión,
reconozco con sinceridad y humildad mucho bien en donde me congrego, la Iglesia
Nuevo Testamento de Ponce, y aunque en
lo más personal deseo vivir el cumplimiento de una promesa, no es menos cierto
que deseo que grandes obras y prodigios surjan desde la tierra ponceña que me
vio nacer. En una trayectoria señorial, lo mayor es trascendente. Que los
gobernantes consideren eso seriamente.
Que la real y no aparente búsqueda del
Señor, ilumine nuevos y mejores caminos; con sensibilidad hacia los que piensan
diferente y humildad para servir bien en lo efímero.
Así, en tan significativa obra
pastoreada por los pastores Susana y Carlos Camacho, vemos una sumatoria
creciente, rejuvenecedora y potenciadora;
como testimonio de fe y perseverancia que
marca cada día un consagrado comienzo, y faro desde el sur
para la patria entera. Aún ocurren milagros,
restauraciones y renacer. Eso fortalece la autoridad respetable; y
afortunadamente cuenta el país con grandes talentos en lo pastoral. Demos
gracias a Dios por todos los que buscan honrar la vocación y el Altar, a quienes bendigo. ¡Que
los gobernantes consideren eso seriamente!
Adelante en la acción que da vida a la vida y
agrada a Dios.
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