miércoles, 11 de enero de 2012

Hoy al doctor Rosselló

Distinguido doctor Pedro Rosselló González: He escrito en esta red social lo siguiente:

“A ti mujer…
Para mí, destacar a la mujer trae a mi pensamiento a mi madre que ha dado todo en la familia con fe y entrega; en el rol de primera maestra en el hogar y el nivel de consagración que ilumina todo un mundo.
Para mí, destacar a la mujer trae a mi pensamiento a mi hermana que más allá de nuestras costas, con valor y firmeza ha sabido levantar una familia; como muestra de que de una gran mujer que es nuestra madre, heredó mucho.
Para mí, destacar a la mujer trae a mi pensamiento al gran ser humano con dones, belleza inenarrable, energía, llamado único y presencia sin igual con el nombre artístico de Melina León.
…Cada día de vida es gran día para redescubrir precisamente en el Corazón de Mujer (en todo rol en que se desempeña), todo lo grande, transformado y sublime que Dios quiere para el mejor desarrollo de la humanidad entera. Cada alma que lea estas palabras pensará en mujeres con particular distinción y mujeres que desde el infinito siguen inspirando por su ejemplo; Todos podremos coincidir en que con el Corazón de Mujer se hace patria. Adelante en el nombre de Jesucristo”.

Doctor Rosselló González: Hoy 11 de enero de 2012, le comunico respetuosamente un saludo solidario ante el fallecimiento de su señora madre. Es la solidaridad que puede más que las diferencias, al enfocarse primero en el llamado cristiano –que tanto alientan las madres- a ser constructivos en todo rol y escenario. Siento que hay paz en usted aún dentro del dolor y del paso de recuerdos y reflexiones. Es la paz que mueve a seguir creciendo, aprendiendo de aciertos y errores, y transmitiendo los frutos edificantes de la conciencia siempre presta al desarrollo, como la del niño que junto a su madre comienza en la primera escuela del hogar, a descubrir la vida.

Las grandes virtudes, como la verdad, la dignidad, la igualdad, la fe y la justicia, se escriben siendo precedidas por un artículo en femenino; lo que nos recuerda la gran importancia de la mujer creada por el Altísimo para perfeccionar la creación. De ahí que algo de Dios hay en cada mujer, y algo de ese toque divino es transmitido de generación a generación por las madres, por lo que las buenas madres nunca mueren. Bendecido con toda la familia.

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