sábado, 7 de enero de 2012

Sobre Karla y el método de oración

Me uno a la petición de oración por Karla, pero la real y no la fingida por ella y por todos los que necesitan oración y apoyo.



Ya que la sinceridad facilita la comprensión, reconozco que cuando al principio se habló de muerte cerebral en Karla, pensé que todo había terminado. En la medida que se ha ido hablando de alentadoras señales de esperanza, recibo el jamaqueo a la conciencia. Debe haber indignación por el crimen ocurrido, pero en una nueva forma que convoque a todos para desde cada persona, comunidad e institución, aportar para la paz, los alivios y las soluciones constan de varias partes, en que no todo es la política y el gobierno y la mayoría está fuera de la política y el gobierno.  



Desde esa plataforma de sinceridad, exhorto a estar alerta ante los que traten de adjudicarse lo que le corresponde a las voces de oraciones puras y el poder de Dios. ¡Que no haya espacio para mercenarios, depredadores y manipuladores! ¡Que imperen los jamaqueos que conmuevan y transformen vidas!   



El método de oración es simple: Cuando se siente el deseo de orar por alguien, se hace y punto. Si a uno se pide oración, ora al instante y tan pronto puede, visita al enfermo o afectado.



La oración es cuestión de fe, amor y compromiso. Cuando se desarrollan operativos mediáticos para que todos sepan que se está en “oración”, la agenda es totalmente opuesta a la sana, clara y edificante doctrina.



La Biblia nos dice en Santiago 5:16 que la oración “eficaz” del justo puede mucho. Nótese que no se dice que cualquier oración puede mucho, sino la oración “eficaz””. La eficacia depende del nivel de fe, amor, visión, sinceridad y consagración. ¡Imposible la eficacia en manos de un depredador!



La oración eficaz y sincera no es cuestión de imagen, protocolos, ceremonias y rituales, es cuestión de conciencia y corazón; por lo que al ver que Dios obra como El desea, he sentido más eficacia en personas que hablan de transmitir “buenas vibras” que en personas que hablan de estar orando sin estar haciéndolo, por una mera apariencia. ¡Imposible la buena vibra en manos de un depredador!



La gran lección de oración de común acuerdo está en San Mateo 18:20: “Porque donde están dos ó tres congregados en mi nombre, allí estoy en medio de ellos”. Es algo tan poderoso que no se limita a la oración o a un templo o congregación en específico. Congregarse en nombre de Jesucristo requiere un nivel de sumo respeto, buen entendimiento y sana conciencia. ¿Estará Jesús en medio de los que se reúnan para dar una imagen ante los medios o para buscar unos beneficios personales?



¿Habrá quien se atreva a decir en forma manipuladora que Dios ha “permitido” que ocurriera la tragedia de Karla y otras tragedias, con el fin de disfrazar su pequeña agenda, ocultar su desconocimiento y falta de testimonio, y tratar de adelantar lo que no va en línea con la perfecta Voluntad de realización y bienestar? Que no se desvirtúe ni desnaturalice la santa teoría sobre lo que Dios permite. Que no se deforme para evadir responsabilidades. Que no se lleve al nivel del libreto memorizado para despachar todo, en la peor indiferencia, con lo mismo. Dios se encarga de revelar sobre lo que permite y lo que no permite, sin lugar a dudas y fabricaciones.



¿Estará Jesús en donde la oración, lo que se dice sobre “fe” y la explicación sobre lo que Dios “permite”, no promueven el convencer y sí la estrategia al estilo Joseph Goebbels (amigo de Hitler que afirmó el método nazi de publicidad y control)? ¡Imposible la Presencia del Señor en lo organizado y realizado por un depredador!



No obstante todo lo anterior, estoy convencido de que en Puerto Rico son más los buenos. Por eso, comunico las siguientes ideas:



          Jesús estableció el método de oración en San Mateo 6:5-8. En la medida que personas comprometidas oren en el lugar secreto en donde sólo está la conciencia ante el Señor, el milagro se irá abonando bien. Procede en esa dinámica incluir espacios en silencio para recibir inspiración divina (oración es diálogo, no monólogo) y si posible, tomar nota de puntos trascendentes.



          La oración de común acuerdo requiere plena conciencia del motivo de oración y de lo que se desea del Altísimo. No hay común acuerdo en donde uno cree y otro no. No se logra constructivo común acuerdo con los depredadores que viven la hipocresía. Dos personas en oración pura y de verdad pueden mucho.



          ¡Oremos por Karla; y también por sus amistades y familiares! ¡Oremos por Karla; buscando crecer y mejorar en la base del testimonio real! ¡Oremos por Karla; y también por tantos otros enfermos, víctimas, almas solitarias y personas que son ignoradas por su nivel socio-económico, que necesitan un milagro!  



¡Alerta ante los Depredadores! ¡Apoyemos a las almas de buena voluntad que son creyentes de verdad por la medida en que son Hacedores de la Palabra! Ser hacedor de la Palabra no es dar una imagen falsa ni manipular. Ser hacedor de la palabra no es solo orar y es más que el mero hecho de congregarse. Ser hacedor de la Palabra es buscar que lo que mejor defina uno sea lo que uno viva consagrada y sabiamente.

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