martes, 3 de abril de 2012

Semana Santa...

Hoy es martes. El pasado domingo 1 de abril de 2012, comenzó la llamada "Semana Santa". El cristianismo recordó la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. Siempre capta la atención el dramático contraste de que los mismos que apaludían al Ma...estro, unos días después pedirían que lo crucifiquen.

¡Cuántos hemos enfrentado -y enfrentamos- robos, ataques, injusticias, dolores y traiciones! En San Juan 14:1-14, Jesús enseña a creer, obrar y pedir en el nombre de El; en San Juan 15:18-27, el Príncipe de Paz advirtió sobre la persecusión y que El es el primero en enfrentarla. En San Juan 16:33 dice: "En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo".

Jesucristo enaltece la fe que puede mucho, la humildad que es valor y la dignidad que es capacidad de orden, respeto y servicio. Bendigo a todo cristiano que busca vivir eso para fructificar, esté en donde esté, sea evangélico, católico, protestante, pentecostal o esté en busca del lugar de congregación. Nos une y fortalece el proclamar con pura y plena conciencia que Jesucristo es el Señor.

El pasado domingo, asistí al servicio en la Iglesia Nuevo Testamento de Ponce, en la Ave. Hostos de la Ciudad Señorial. Toda alma que busca un lugar de congregación, tiene ahí una buena opción, en el propósito mayor de enfocarse en el Altísimo. Desde el inicio en el Devocional, es grande la entrega de los pastores Susana y Carlos Camacho y toda la congregación. Comunicó el pastor Camacho un pensamiento que resume todo y trasciende el espacio de tiempo de la llamada "Semana Santa", para ser buen guía de vida:

"Jesús vino para transformar nuestras vidas a través de Su Amor".

Que ese penasmiento sea inspiración para todos los días. Que sea bálsamo ante las duras realidades de la existencia, fuerza para restaurar la fe para levantarnos y crecer, apoyo ante los jamaqueos, zapata ante la tempestad, educación para no perder la conciencia, origen de testimonios que den luz, y estímulo para no rendirnos y seguir adelante en lo correcto y positivamente revolucionario, en la vida como causa y vocación de amor.

Que no se viva otra ritual y aparente Semana Santa, que se viva una real y constructiva Semana Santa; para trazar una ruta en que cada día de vida sea santo de verdad por sus niveles de fe, amor, crecimiento integral, pacto, luz, consagración, testimonio, fructificación y más. Dios ilumine a todos...
 

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