El
verdadero amor es mucho más que las teorías que pintan todo de color de rosa, o
que la doctrina que promueven ciertos líderes religiosos sobre la pareja “idónea”
con el fin de recibir doble siembra financiera o doble trabajo ministerial. El
verdadero amor trasciende el pesimismo de ver que lo cotidiano opaca a la
intensidad de las primeras miradas y los primeros pasos de los enamorados. El
verdadero amor vivifica la fe con poder real.
El
verdadero amor:
·
Al sentir en su corazón
algo puro y especial por alguien, lo primero que hace es el ejercicio de
introspección sobre lo sincero de su palpitar, y comienza viendo cada factor de
fallas y limitaciones que posea y que puedan ser obstáculo a una relación, para
buscar crecer y evolucionar con el fin de forjar un ejemplar nosotros.
·
Luego de hacer el
inventario introspectivo, le suma todo factor externo que pueda poner freno a la
relación. Al llegar al punto libre de todo egoísmo y egocentrismo, en que
viendo más allá de su ser, pueda establecer que pone toda el alma en lo que
dedica a Dios en el éxito de la relación que es más que todo obstáculo y
oposición, entonces se trata de una relación que será luz como faro y
heroicamente victoriosa.
·
Ante las diferencias formativas
y el carácter fuerte de quien se ama, le suma paz y comprensión; eso es la más
perfecta complementación en un mundo imperfecto.
·
Ante las fallas a
corregir y los errores humanos (que no caen en abusos y/o violencia), se crece
en entendimiento y solidaridad.
·
Luego de una discusión,
se crece en la reconciliación. No da espacio a humillaciones y se crece en las
soluciones salomónicas.
·
No busca cambiar la
ideología de quien se ama; le presenta nuevos puntos de vista con la exhortación
de desarrollar la más amplia visión y así, ambos crecen.
·
Ante las diferencias de
opinión y los problemas cotidianos y económicos, no busca una excusa para justificar
separaciones, sino que afirma la voluntad de enfrentar unidos todo embate y
todo reto para consagrar cada logro y progreso.
·
Desarrolla proyectos
creativos como pareja, como el nuevo libro o la mayor empresa. Se trata de
hacer del nuevo nosotros, el mayor Proyecto de Vida.
En
fin, el verdadero amor siempre tiene la mayor admiración y el sumo respeto a
quien se ama. Siempre recuerda lo mucho que oró para perseverar y lograr el “Sí”
y desde esa memoria, es imposible la ruptura, la infidelidad y sobre todo, la
falta de respeto. El verdadero amor es el más concreto y poderoso milagro que produce
la mayor realización e inspira y edifica a generaciones. Adelante…
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