lunes, 20 de septiembre de 2021

Hace 4 años el huracán María azotó a Puerto Rico...

 


Han pasado cuatro años desde que Puerto Rico fue golpeado por el huracán María. Tan pronto pude redactar luego del tiempo sin energía eléctrica e internet (por el colapso de la infraestructura tras el azote huracanado), escribí los siguientes textos:

* 1 de noviembre de 2017- “El azote del huracán María a Puerto Rico y lecciones vigentes”. Ver el link http://batallante.blogspot.com/2017/11/el-azote-del-huracan-maria-puerto-rico.html.

3 de noviembre de 2017- “El tema del status político es ineludible ante azote del huracán María a Puerto Rico”. Ver el link http://batallante.blogspot.com/2017/11/el-tema-del-status-politico-es.html.

17 de noviembre de 2017- “Puerto Rico ante el huracán María”. Ver el link http://batallante.blogspot.com/2017/11/puerto-rico-ante-el-huracan-maria.html.

7 de diciembre de 2017- “El huracán María acentuó que Puerto Rico necesita un nuevo y revolucionario Mensaje de Fe”. Ver el link http://batallante.blogspot.com/2017/12/el-huracan-maria-acentuo-que-puerto.html.

Es una vivencia recordar los sonidos del golpe huracanado y aquellos días grises de escenarios impensables y surrealistas. Sin embargo, el presente requiere mucho más que las tradicionales expresiones de "qué hacías en ese momento", "dónde estabas", o “parece que fue ayer”, ya que la Isla sigue sufriendo y no se ha recuperado en la forma que debió haberse recuperado. La lucha no ha terminado...



Hace cuatro años, fue impactante la noticia del rumbo del huracán María hacia Puerto Rico. Era imposible comunicar buenas noticias de cambio de rumbo y eso en sí, representó para la Isla el choque con nuevas realidades. Por ejemplo:

* Se acabó la historia que llegué a escuchar en el patio escolar en la década de 1970 de que Puerto Rico estaba sostenido de cuatro cabellos divinos y por eso tenía protección.

* Quedaron en silencio ciertos líderes religiosos que se adjudicaban el poder de juzgar, manipular, orar con poder sobrenatural y modificar el clima.

* Se acabó la mitología del Yuquiyu protegiendo a Puerto Rico.

* Se acabó la idea de que Puerto Rico estaba aislado del mundo y exento del cambio climático.

* Hubo que entender que los huracanes no son castigo, sino parta natural de nuestro mundo.

* Hubo que descubrir nuevos niveles de solidaridad para enfrentar la crisis y sobrevivir.


El huracán María golpeó con fuerza. Hubo muertes y destrucción. También hubo muchos detalles de fe bien fundada y heroísmo para seguir adelante. Por los daños y muertes, sería el colmo de lo incorrecto y de la indiferencia, predicar "lo bueno del huracán"; lo bueno no está en la tempestad, lo bueno está en la capacidad de crecer, unirnos y levantarnos. 

Luego de la crisis causada en forma directa por el huracán, vino la otra crisis causada por desaciertos gubernamentales y afanes de lucro que perdieron la humanidad. Se crecieron las organizaciones comunitarias, los gobiernos municipales y el pueblo.

Se crecieron los periodistas y medios que fueron más allá de lo tradicional, para investigar lo incorrecto y buscar auxiliar a necesitados. En esta ruta de dos años, un escándalo con chats, reveló crueles burlas de quienes tenían responsabilidades de gobierno hacia las sentidas perdidas por el huracán.

A la herida de que probablemente nunca se sabrá el número oficial de fallecidos, se le echó la sal de la mofa y de los peores estilos de gobierno. En el 2019, el pueblo despidió al Gobernador en forma pacífica; a la altura de la Revolución Pacífica de 1940. En el 2020, el resultado de la elección general manifestó los deseos de realizar cambios en diversas formas. En el 2021, todavía no se ha logrado la total recuperación, se suman nuevos retos y llamados, se acentúa la necesidad de buena administración (que es más que el enfoque en fórmulas de status político), y se evidencia lo más esperanzador en las bases de fe que se definen con amor y obras y las personas que trascienden las líneas del deber. 


Aprendamos del girasol que combina sensibilidad y fortaleza. Todavía hay mucho por hacer para levantar de verdad a Puerto Rico. Máxime ante la realidad mundial de que cada 100 años ocurren fuertes huracanes, terremotos y epidemias. Nos ha tocado vivir un nuevo ciclo, con el llamado a armonizar, edificar y forjar en el Estado Libre Asociado de Puerto Rico.

No fue solo el huracán. Luego hubo los terremotos en el sur de la Isla y hoy Puerto Rico y el mundo, en adición a la crisis y los jamaqueos de la naturaleza, enfrentan la Pandemia del Coronavirus. Son tiempos para superar los egoísmos y las incomprensiones, redefinir lo que es ser buen líder que hace el bien con humildad en los diversos roles, y evolucionar en las acciones que fomentan superar depresiones y divisiones, y renacer. 


Son tiempos que llaman a redescubrir cómo se sana a la tierra y las almas. Cada cual desde lo mejor de su vocación, hace patria. En tiempos difíciles, lo más que se necesita son testimonios de reconciliación, restauración y edificación. Que almas tocadas por Dios y parejas hechas desde el cielo, ilustren sobre la oración efectiva y los milagros de amor que sí crean nuevos climas y más. Ahora más que nunca, hay un llamado a evolucionar y edificar. Son tiempos para hacer realidad el nuevo yo y el luminoso nosotros. 

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