domingo, 24 de julio de 2022

"¡Ahora es que vamos!" a realizar y consagrar los nuevos y mayores niveles de liderazgo.


El 17 de mayo de 1981, Rafael Hernández Colón regresó a la Presidencia del Partido Popular Democrático en una Asamblea realizada en Mayagüez, con el lema "¡Ahora es que vamos!".

Siendo estudiante de escuela Intermedia, grabé ese mensaje en Ponce con la ayuda de un radio con cassette integrado. La señal de radio no era la mejor, pero se entiende lo que logré grabar. 

Recuerdo el contexto de esa Asamblea. Tras el resultado electoral de 1980 maculado por el fraude (en hechos que en otros países hubiesen desatado conflictos y más violencia), Hernández Colón optó por la ruta de lucha democrática y pacífica. 



Los reclamos fruto de las irregularidades dadas en la elección de 1980, llegaron al foro judicial y fue validado el principio de la intención del elector. Rafael regresó a la Presidencia del Partido y con el lema de "¡Ahora es que vamos!" volvió a prevalecer en 1984 y 1988 y dar visión trascendente y buen gobierno. 

La gran lección de vida es no derrotarse ante retos o injusticias, y contagiarse con el lema "¡Ahora es que vamos!" para vencer adversidades, desarrollar y consagrar un nuevo impulso de vida. 

//////////////////


//////////////////

Así, comparto una parte de aquella grabación de 1981. En ese mensaje, destacó las cualidades del buen liderazgo. De tan completo e histórico mensaje, comparto una parte en que adjudica al buen liderato: amor por su pueblo, desprendimiento y humildad. 

No son las únicas cualidades. Al escribir estas palabras en tiempos atípicos y retadores, de depresiones y fuertes jamaqueos, para Puerto Rico y el mundo, procede contagiarnos con el "¡Ahora es que vamos!" en una nueva y mayor dimensión de liderazgo. 

Cada alma es líder en la medida que asume la responsabilidad de su propio destino. Es esencial saber levantarse y crecer. Es grande definir causas y propósitos que van más allá de uno mismo. 


El nuevo liderazgo es sembrar, perseverar y consagrar con visión y amor. El nuevo liderato se necesita en lo político y gubernamental, en el sector público y privado, en lo religioso y en las organizaciones sin fines de lucro, en fin, en todas las vocaciones y todas las áreas. 

El nuevo liderato debe romper estereotipos de edad y formación. Porque en la vida no hay puntos finales, sino puntos de comienzo, "¡Ahora es que vamos!" a realizar y consagrar nuevos paradigmas. Así se hace el liderazgo en el nuevo yo y el luminoso nosotros.



No hay comentarios:

Publicar un comentario