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“Les toca a las mujeres ser la voz”. –Luis Muñoz Marín
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“Y quiero que se acuerden
de esto mientras vivan: Que nunca es más hermosa una mujer, que cuando defiende
el derecho de su pueblo, su libertad, su pan, su tierra”. --Doña Inés Mendoza
de Muñoz Marín
Wilma Pastrana de García Padilla, primera
dama del Estado Libre Asociado de Puerto rico, indudablemente ha hecho un
trabajo admirable y de vanguardia. Con fe, talentos y profesionalismo, sensibilidad
y visión humanitaria, es bendición para la Isla.
Ante esa realidad, los extremos ideológicos
recurren a cuestionar su vestimenta durante la visita de los Reyes de España a
Puerto Rico. Ante una dama con encanto natural, respetable y admirable, la
cizaña que busca –en vano empeño—empañar a la belleza, confirma que quienes
llegan a ese nivel no están capacitados para gobernar.
En esa línea, la esposa de David Bernier,
Alexandra Fuentes, no ha estado exenta de ataques. Con su calidad humana,
Alexandra Fuentes confirma que será una excelente Primera Dama. Wilma y
Alexandra confirman que Dios se creció al crear a la mujer.
Reconocer a Wilma y Alexandra es reconocer
a la mujer. Reconocer a las mujeres, es reconocer todo lo puro que supera las
palabras. Es tener acción de gracias y al mismo tiempo, dedicar un recuerdo
especial a las mujeres y las madres que han partido de este mundo. Es dar
motivos de regocijo para dar vida a la vida.
Reconocer a las mujeres, es ser solidarios
con las heroínas, amas de casa, obreras, luchadoras y toda mujer que abre
caminos. Es buscar honrar a tantas mujeres humildes que perseveran. Es dar
justo tributo a las madres que enaltecen los roles tradicionales, las madres
que se levantan ante desafíos de enfermedad y adversidad en el hogar, y las
madres solteras que tanto forjan en la aparente soledad.
Hay poder en reconocer a las Wonder Woman
reales porque grandes son las promesas bíblicas para hijos, esposos y hombres
conscientes que respetan y atesoran a las madres y las mujeres, así como para
los que cuidan a las viudas. Es cuestión de vivir con fe, visión, amor, valor y
honor, a la altura de lo que Dios espera de uno.
Porque los ataques en contra de Wilma y
Alexandra son ataques en contra de la mujer puertorriqueña, el mejor repudio a
eso y apoyo a la ruta correcta, está en las urnas, con el voto en la columna
del pueblo, que es la columna del PPD. Adelante…
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“Hay una mujer al principio de todas las
grandes cosas.” – Alphonse de Lamartine
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“El alma de una mujer es la obra maestra
de la creación.” – Confucio
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“Creemos que entre los muchos servicios que nuestro
Partido le ha hecho a nuestro pueblo, y está en la obligación de seguirle
haciendo a nuestro pueblo, está el servicio de levantar el nivel de la
discusión política a la altura de la dignidad del buen pueblo de Puerto Rico.
Es campaña de
gran firmeza la que tenemos que hacer, es campaña de vigorosa voluntad, por los
sitios de nuestro país, por todos los sitios de Puerto Rico, pero no es la
ficticia energía y falsa del insulto la que ha de tener el Partido Popular
Democrático en la campaña.
No es el vigor
de la ofensa. La ofensa no prueba nada nunca. El insulto no demuestra nada
nunca a no ser que el insulto demuestre que no hay razón en aquel que usa la
ofensa o el insulto en los grandes debates políticos de su pueblo.
Démosle pues,
siempre, este servicio, entre los muchos otros servicios que hemos tenido el
privilegio de darle a los puertorriqueños, este servicio de tratar, por lo
menos tratar, de levantar el nivel de la discusión pública en Puerto Rico a los
niveles del razonamiento, a los niveles de la verdad, a los niveles del respeto
que se le debe con razonamiento y con verdad a un pueblo democrático.
Y que si no se
levanta a esos niveles, la culpa no sea nuestra; si no se levanta a esos
niveles que el pueblo de Puerto Rico merece, que la culpa no sea de nosotros
los hombres, las mujeres, los luchadores, todos del gran Partido Popular
Democrático. Ese es un servicio que hemos de rendirle, además de todos los
otros, a nuestro buen pueblo, a nuestro magnífico pueblo de Puerto Rico.
Mantengamos este tono de energía, pero energía en el razonamiento y en la
voluntad.
Yo he notado a
través de mi experiencia que el que tiene mucho insulto en la lengua es porque
tiene poca razón en la cabeza y poca nobleza en el corazón”.
--Luis Muñoz Marín
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