En el mes de agosto de 2016, que es
en Puerto Rico el mes de regreso a la escuela, vi el siguiente reportaje:
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A 97-year-old woman received her
high school diploma, 79 years after she was supposed to graduate.
Margaret Bekema, now living in the Grand Rapids' suburb of
Walker, Mich., was forced to drop out of Catholic Central High School in Grand
Rapids in her junior year to take care of her family. Her mother had cancer,
and she also needed to help with her three younger siblings.
She donned a mortarboard Thursday in front of her friends
and family to fulfill her lifelong goal to graduate. School administrators
presented her with an honorary diploma at Yorkshire and Stonebridge Manor
senior community in Walker.
Agosto me trae el esfuerzo bien
hecho de mis padres, que están en el cielo, por la educación. Era todo un
proyecto cada preparativo y ayudar en las tareas escolares. Cumplieron con excelencia
y lo agradeceré hoy y siempre.
A ver el reportaje de la dama de 97
años que logró su diploma de escuela superior, es propio agradecer cada
testimonio que confirma que no es demasiado tarde. Mis padres lograron sus
diplomas en Ponce High en el tiempo debido. En el caso particular de mi madre,
en verdad deseaba que llegara a esa edad de 97, y si posible superarla con
buena salud, pero lamentablemente no se concedió, no se logró.
Es la realidad que genera intensos recuerdos y fuertes
sentimientos. Ya que la sinceridad es mejor que la hipocresía y la falsedad,
surge la siguiente pregunta: ¿Por qué unos lo logran y otros no? Los libretos
de que está gozando en el cielo, cuidándome desde el cielo, o que es el tiempo
y la voluntad de Dios, resultan ser ya superficiales e insuficientes (por la
forma en que se han ido tergiversando esos conceptos de buen origen). Se
necesita mucho más…
Porque se necesita mucho más, he ido cambiando mi
vocabulario y eliminando las expresiones desvirtuadas y trivializadas. Mejor
reconozco las verdades tal como son, los resultados naturales de la genética, y
voy buscando lo trascendente y de fe desde una postura de seriedad y
honestidad.
No sé dónde están exactamente mis padres en este
momento (en verdad deseo que vivan un supremo gozo por la perfección de sus
corazones), por lo que mejor me enfoco en buscar fortalecerme en las lágrimas
que seguirán brotando hasta el fin de mis días; lo más digno con sentido de amor,
agradecimiento y conciencia; y perseverar tal como soy, sin aceptar resignadamente
manipulaciones y engaños.
¿Qué nunca es demasiado tarde? ¿Qué justicia tardía no
es justicia? ¿Qué ya no es lo mismo cada logro que se supone que se diera en la
forma que mis padres lo pudieran ver y disfrutar? Ante eso y más, que los
méritos de mis padres, la herencia vital, los recuerdos más atesorados, y la voluntad
de uno levantarse por fe y más por coraje, estén presentes para que las hazañas
edificantes sean en verdad revolucionarias.
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“El idioma del corazón es universal: sólo se necesita
sensibilidad para entenderle y hablarle”. --Jacques Duclós
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“La resignación es un suicidio cotidiano”. --Honoré de
Balzac
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“Hay una manera de contribuir a la protección de la
humanidad, y es no resignarse”. --Ernesto Sábato
Repottajes:
http://www.usatoday.com/story/news/nation-now/2015/10/30/97-year-old-gets-her-high-school-diploma/74890398/
http://www.usnews.com/news/offbeat/articles/2015/10/30/97-year-old-michigan-woman-receives-high-school-diploma
http://www.today.com/news/97-year-old-margaret-bekema-sheds-tears-joy-after-getting-t53626
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