El 15 de agosto de 2016 se informó
que María de los Ángeles Padilla Passalacqua, madre del gobernador Alejandro
García Padilla, falleció. Podría hacerme eco del pensamiento tradicional de “sé
lo que significa perder a una madre”, pero no sería correcto, humano ni
responsable, ya que cada dolor es único.
Mi dolor por la pérdida de mi madre
tiene sus propias y únicas realidades. El dolor del Gobernador y su familia por
la muerte de su madre tiene sus propias y únicas realidades. El dolor
impactante der cada alma, tiene sus propias y únicas realidades. Pretender
despachar todo con mera imagen y libretos triviales, es falsedad.
Vivimos tiempos en que se necesita
buscar dar en todo lo posible, la debida atención. Eso es lo más digno. De hecho,
si buscamos el modelo supremo de amor y valor:
·
Jesús no atendía a las personas con libreto memorizado
o una colección de clichés. Jesús daba cada persona, atención única, personal y
especial. Por ejemplo, en Marcos 10:50-52, Jesús le dijo al ciego que buscaba
ayuda: “¿Qué deseas que haga por ti?” Vemos ahí que Jesús enseña el método de
atender y escuchar primero, para luego buscar dar la mejor atención posible que
requiera el caso particular. Eso no da espacio a la vía rápida, cómoda,
limitada y superficial.
·
Jesús no era indiferente a las necesidades urgentes de
las personas. Por ejemplo, en Marcos 8.1-10 tenemos el relato de la
multiplicación de panes y peces. Dice ahí: “Y Jesús, llamando a sus discípulos,
dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo,
y no tienen qué comer…”. Jesús no se limitó a hablar, tuvo empatía. Hay veces
en que no basta con el mensaje y la consejería, hace falta la obra de acción
social que define la esencia y la calidad de la fe.
Partiendo de esas reflexiones, debo
expresar que no conocí personalmente a la señora María de los Ángeles Padilla
Passalacqua. Sin embargo, los relatos de respeto y admiración a ella me indican
que supo hacer realidad el cristianismo en su vida y hogar. Falleció a los 81
años, lo que indica que fue parte de una generación forjadora.
Ella cumplió bien y fue un pilar. A
cada relevo generacional le toca hacer su parte y asumir su responsabilidad propia
y única. Como muchos, solo vi a tan distinguida dama en fotos y videos. La
mirada de María de los Ángeles Padilla Passalacqua seguirá tocando mediante fotos,
videos y recuerdos. Más grande: seguirá tocando mediante testimonios y lecciones.
Así, haya gozo eterno a su alma y paz a su familia. Demos gracias por todo lo que
seguirá tocando e inspirando desde la eternidad.
·
“El amor
de madre es el combustible que le permite a un ser humano hacer lo imposible”.
--Marion C. Garrett
·
“Dios no podía estar en todas partes y por ello creó a
las madres”. --proverbio judío
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