El gran desacierto del Rev.
Franklin Graham ante el fallecimiento de George Michael, Carrie Fisher y
Richard Adams, fue atribuirse la autoridad de establecer la ruta de salvación o
el conocimiento sobre quién se salva y quién no. Hay soberbia y arrogancia en atribuirse
lo que solo le toca a Dios y la persona, evadiendo el tema de que a quienes
tienen la vocación de mayor consagración, se les exige más y deben dar mejor
ejemplo.
¿Tiene el Rev. Franklin
Graham la altura para poder hablar de “esperanza” en Puerto Rico? Por su herencia
y llamado, merece el Rev. Graham el apoyo de oraciones para ser más humilde y
tener su Damasco si así procede. Que recuerde que ante cualquier fallecimiento,
es mejor desear gozo para quien partió y paz para sus familias; y que para
evangelizar lo mejor es el amor, la fe definida con obras, y la empatía.
Afortunadamente no todo
el liderato religioso falla. Que haya pleno apoyo a quienes honran las más
consagradas vocaciones. Dios emplea los medios que El desea para responder y
obrar, cada persona que opta por hacer una diferencia positiva, es instrumento
del Creador y canal de bendición. Con esa conciencia, George Michael, Carrie
Fisher y Richard Adams dieron sus dosis de bendición al mundo; y toda persona
que hace el bien con buen corazón, da luz al mundo. Adelante…
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