lunes, 1 de mayo de 2017

Comienza el Mes de las Madres con un ahogo y una esperanza…

Comienza el mes de mayo, Mes de las Madres. Es uno de los más bonitos momentos que crea de los más significativos y atesorados recuerdos; que por primera vez recibo sin la presencia física de mi madre.  

Se trata de algo fuerte, que genera en primera instancia un inenarrable ahogo. Ante algo así, los libretos tradicionales y los clichés resultan ser ya un insulto. Ciertamente es mejor dar a quien sufre, el buen bálsamo de corazón, un silencio respetuoso y un abrazo sincero, que un recital de palabras vacías y un ritual de mera apariencia.

En Génesis 2:18-25 se presenta la creación de la mujer como la más inspirada obra maestra. No es casualidad, sino causalidad, que sea de la mujer un poder de origen creador y el vital rol maternal. Veo algo del ojo detallista de la mujer, en el relato de inicio de Génesis cuando Dios trae luz y orden a la Tierra.
                                              
Reconocer a las mujeres, es reconocer todo lo puro que supera las palabras, que se encarna en la mujer. Es tener acción de gracias y al mismo tiempo, dedicar un recuerdo especial a las mujeres y las madres que han partido de este mundo. Es dar motivos de regocijo para dar vida a la vida. Es dar justo tributo a las madres que enaltecen los roles tradicionales, las madres que se levantan ante desafíos de enfermedad y adversidad en el hogar, y las madres solteras que tanto forjan en la aparente soledad.

Pensar en mi madre, supera muchas palabras. Por un lado, celebro todo lo que se logró en vida con ella y para ella. Por otro lado, reconozco como triste cada evidencia en que no se cumplió la expectativa creada por lo predicado sobre “el tiempo de Dios”.

¿Imperan siempre el “tiempo de Dios” y la “voluntad de Dios”? En un mundo en que hay más de 4,000 religiones, es propio buscar trascender y encontrar lo correcto que en verdad edifique a todo el ser. Cuando dejan de funcionar los clichés y los tradicionales libretos memorizados, comienza la verdadera búsqueda del genuino bálsamo y de la verdad. Es en ese nivel que se puede crecer como seres humanos. Que se redefina el tiempo de Dios como cada obra y hazaña que hace presente algo positivamente impactante y revolucionariamente trascendente. Me da esperanza la voluntad de lucha.

A quien tenga a la madre viva, hónrela y dele crecientes motivos de felicidad. Si la madre falló, busque con ella nuevos niveles de conciencia y crecimiento. A todos, busquen evolucionar y edificar con la más poderosa inspiración en el amor maternal.  

Mi madre tenía una voz que daba serenidad ante todo, y una sensibilidad y humildad que le daban autoridad. ¡Que mucho se necesita hoy ese nivel de cátedra y serenidad que respeta y no necesita recurrir al grito o al estilo cuestionable! Imposible contener las lágrimas al recordar la última vez que mi madre me dijo “Dios te bendiga”.

Mi madre mereció más en la vida, y al mismo tiempo le dio luz a todo lo que tuvo y alcanzó. Haya gozo eterno a ella y paz a todos los que seguimos perseverando. ¡Mi alma sigue llorando con la inspiración en quien afirmó que Dios se creció al crear a la mujer! ¡Sigo llorando y sentidas lágrimas permanecen en el interior; con amor, sentimientos y todo lo que supera palabras! ¡Lloro de corazón y con razón!

·         “Santísimo Amor de Jesús, te consagramos nuestros corazones, nuestras vidas, y nuestras familias”. --Consagración al Sagrado Corazón de Jesús

·         “Las madres puertorriqueñas ocupan un pedestal en nuestros corazones, un sitial de honor ante el derroche de ternura, amor y sacrificio que ellas regalan diariamente, en la plenitud de su entrega a la familia. Maternidad es sinónimo de protección que comienza al concebir al hijo y perdura siempre no importa los años que éstos vayan cumpliendo. Las madres puertorriqueñas son la fuerza de este pueblo. Lo dan todo: comprensión, consejo, y consuelo. Tienen las madres puertorriqueñas una dignidad ejemplar en la dulzura de su amor y en la valentía de su lucha por los hijos. Las madres traen la paz, y son la esperanza que como suave brisa sopla las velas de la vida para conducirnos a mares tranquilos…
Para aquellas madres que con ejemplo de virtud y abnegación cumplieron su maravillosa misión en la tierra y fueron llamadas a la presencia de Dios, paz, descanso, agradecimiento y gloria eterna en el Paraíso del Padre. A todas las madres, gracias por ser presencia de Dios en medio de nosotros.”. –Rafael Hernández Colón

·         “Jamás en la vida encontrarás ternura mejor, más profunda, más desinteresada y verdadera que la de tu madre". --Honoré de Balzac

·         “Dios no podía estar en todas partes y por ello creó a las madres”. --proverbio judío

·          “Mi madre fue la mujer más bella que jamás conocí. Todo lo que soy, se lo debo a mi madre. Atribuyo todos mis éxitos en esta vida a la enseñanza moral, intelectual y física que recibí de ella". --George Washington

·         “Madres, en vuestras manos tenéis la salvación del mundo”. --Leon Tolstoi
                                   
·         “Una mujer con imaginación es una mujer que no sólo sabe proyectar la vida de una familia, la de una sociedad, sino también el futuro de un milenio”. --Rigoberta Menchú, activista indígena guatemalteca, Premio Nobel de la Paz         


Madrecita del alma querida: https://www.youtube.com/watch?v=Ee9to7SHKWs
  

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