La película "Star Wars: A New Hope", comenzó en 1977 una nueva dimensión en la ciencia ficción. Su secuela, "Star Wars: The Empire Strikes Back", creó un nuevo nivel de complementación en el amor, en la pareja única de la princesa Leia y Han Solo.
Esa trilogía original, terminó con Star Wars: Return Of The Jedi". En esa producción, fue triste el final en que Darth Vader herido de muerte, se quitó el casco y vio por primera y última vez con sus propios ojos, a su hijo Luke Skywalker. Fue triste, pero comprensible en el contexto amplio de las tres películas.
Luego, fue desarrollada la trilogía que presentó el origen de Darth Vader y del imperio galáctico. Esa trilogía terminó con la película "Star Wars: Revenge Of The Sith", en que fue impactante y triste la forma en que Anakin Skywalker se convirtió en Vader.
Fueron películas exitosas. Del mismo modo que Star Trek se expandió con una nueva generación, Star Wars también tuvo su nueva generación; que comenzó con "Star Wars: The Force Awakens". Fue lamentable la muerte de Han Solo, pero el personaje de Rey creó nuevas posibilidades creativas.
Esa nueva trilogía terminó con "Star Wars: The Rise Of Skywalker". Ben Solo, hijo de Han Solo, se liberó de su personalidad en el lado oscuro como Kylo Ren. Fue brillante el poderoso beso unificador de Rey con Ben Solo; y fue innecesaria la muerte de Ben. Se perdió la oportunidad del nuevo paradigma.
En el mundo real, cada vez es menor la fe en las parejas que son como hechas desde el cielo; parejas grandes que no significa que piensan igual en todo, sino que crecen al armonizar en las diferencias. La pareja de Rey y Ben maximizaba la capacidad real de perfecta complementación, superando lo que otros podrían ver por débil o ninguna fe, como imposible.
Rey y Ben unidos, daban testimonio de que no es imposible cambiar y sanar heridas internas. Rey y Ben unidos, daban testimonio de que combinando talentos son más y realizan más. Rey y Ben unidos, daban testimonio de la pasión que es materia prima de milagros. No obstante, la película siguió el patrón incorrecto de la persona que sale del mal, para morir.
En una producción con tan buenos talentos, se perdió la oportunidad de presentar el realmente revolucionario paradigma de salir del mal para crecer y fructificar en una nueva vida. Debe haber un universo paralelo en que Rey y Ben se unen en amor y desde esa unidad dan luz al mundo y toda la galaxia.
La actriz Daisy Ridley, encarnó tan bien a Rey y enriqueció el universo de Star Está en tal forma, que muy bien puede vivificar las mejores posibilidades. Se trata de brindarle a Star Wats el nuevo paradigma de que se pueda salir del mal camino para triunfar en amor y a plenituden el buen camino.
Afortunadamente, en el mundo real sí se puede crear nuevos y mejores paradigmas. En la fe, en la parábola del hijo pródigo, quien cambia y regresa no muere, tiene una nueva realidad. En lo cotidiano, lograr ese nivel de cambio no es fácil ante la natural duda y suspicacia, pero no es imposible.
Frente a tantos retos en una vida compleja, lo más que se necesita son testimonios de perdón, reconciliación, restaur miación y unificación. El que haya distancias para frenar la propagación de un virus, no impide emplear los medios de comunicación para dialogar y desarrollar nuevos niveles de comprensión y edificación.
En un mundo imperfecto, una sola persona no tiene la capacidad de hacer un nuevo mundo; pero desde su testimonio de armonía y complementación, sí puede consagrar y aportar mucho a mejorar al mundo. Ahora más que nunca, la mayor Fuerza es el Amor.
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Reylo:
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