miércoles, 15 de diciembre de 2021

“El poder está en la calle’, aquel 15 de diciembre en Ponce y los ecos históricos.



El 15 de diciembre de 2011, fue presentado el libro El poder está en la calle, de Carmen Yulín, en el restaurante La Casa de las Tías, en la Calle Isabel en Ponce, Puerto Rico. Doy gracias a Dios por haber estado ahí.

La Casa de las Tías ya no está ahí, pero sigue en los recuerdos y los testimonios, en las rutas de cada persona que ahí coincidió y no olvida los detalles de arte y patriotismo, y en cómo Wilda y Graciela siguen transmitiendo válidos pensamientos y aportando al país. Doy gracias por la sazón de amor en los alimentos y en las voces del alma.

 


Es cierto que Carmen Yulín es belleza encarnada, y poesía encarnada. Así lo expresé con el debido respeto en esa actividad de presentación del libro. Me recordó unas palabras pronunciadas por doña Inés Mendoza de Muñoz Marín el 25 de septiembre de 1983 en la Asamblea de Mujeres del Partido Popular Democrático, en Mayagüez:

“Y quiero que se acuerden de esto mientras vivan: Que nunca es más hermosa una mujer, que cuando defiende el derecho de su pueblo, su libertad, su pan, su tierra”.

En esa actividad, estuvo el licenciado José Alfredo Hernández Mayoral junto a Carmen Yulín. Carmen habló cerca de una hoja enmarcada de la campaña de 1948 de Dora Colón Clavell para ser Alcaldesa de Ponce por el Partido Independentista Puertorriqueño. Doña Dora fue la madre del gran líder y maestro Rafael Hernández Colón.


El padre de Hernández Colón, fue Rafael Hernández Matos, quien era estadista y republicano y fue juez asociado del Tribunal Supremo de Puerto Rico. Hernández Matos fue nombrado para esa posición judicial por el gobernador Luis Muños Marín, por el mérito profesional. El ser estadista no le impidió al respetable jurista amar a Dora, casarse con ella y hacer un buen hogar. Es más lo que une y en ese hogar de amor y respeto, Rafael Hernández Colón desarrolló libremente sus propios ideales.

En la limitada extensión territorial de Puerto Rico, hay amplia diversidad. El ejemplo de Rafael Hernández Matos y Dora Colón Clavell, constituye la poderosa Lección de Vida de que más allá de las diferencias, hay que convivir y la mayor fuerza es el amor.

 




Al ver en el 2011 a Carmen Yulín y a Hernández Mayoral en la misma escena, pesaba en que no es imposible unir las diversas corrientes ideológicas en el Partido Popular Democrático (PPD). Al escribir estas palabras, estoy de acuerdo con Yulín en que el PPD es Pan. Tierra, Libertad; pero eso incluye a lo enseñado por Luis Muños Marín, al Estado Libre Asociado (ELA) bien fundado en 1952 con plena dignidad y naturaleza no colonial, y a lo defendido Rafael Hernández Colón. Todo eso tiene vigencia.

Reconozco que no estoy de acuerdo con la percepción de Carmen Yulín de que el ELA es colonia. La crisis que originó la Ley PROMESA y la Junta de Control Fiscal, no fue causada por el ELA, sino por malas prácticas administrativas (los casos de Grecia y Grecia confirman que crisis de ese nivel superan los temas políticos y que un cambio de status no es la varita mágica que resuelve todo); recodemos nuestro ejemplar proceso democrático-constitucional que originó al ELA y que hay una aleccionadora historia de progresos y realizaciones con el ELA bien dirigido y sabiamente administrado. Sin embargo, en la presentación del libro en el 2011, al tener al alcance de mi vista a Carmen, José Alfredo y la foto de Dora, en la Sección de Preguntas no entré en debates sobre el ELA, sino que toqué el tema de cómo mucho ataque surge en ciertos casos desde lo identificado con lo religioso y cómo hay que fomentar más diálogo, armonía y equidad. Tuve la oportunidad de expresar que en las redes sociales se desarrolla “tiraera” y debates intensos, y sorprendentemente para mí, es en temas no-políticos que he recibido más críticas y ataques.

El libro de Carmen Yulín es bueno para fomentar más diálogos y puntos de acuerdo en esos foros no-políticos que son la mayoría. El tema de el poder está en la calle, me inspiró a ver que lo que unifica es más y se va realizando desde los diversos escenarios cotidianos, como el hogar y las buenas relaciones humanas que no se rompen por pensar diferente en ciertos temas. Lo que une es más y es la diversidad una de las grandes bendiciones de la Creación.

El libro ya es más que páginas, es un buen punto de referencia. Procede recurrir al mismo por los puntos de convergencia, y más por los puntos de divergencia en la medida que podemos descubrir que cada alma desde su propia realidad y llamado tiene algo que aportar, y al comprendernos mejor todos podemos hacer historia.

Que se siga profundizando en las ideas y potencialidades que genera el libro. Que sigan los comentarios de los lectores. Que el libro sea material de estudio en foros educativos, legislativos y gubernamentales, comunitarios y de todo tipo; que sean estudios para propiciar nuevos diálogos, puntos de acuerdo y alianzas para ser parte de las soluciones o por lo menos, de alivios reales y mejores prólogos.

En el 2011, Carmen Yulín era destacada Legisladora y Presidenta de la Organización de Mujeres Populares. En el 2012 fue electa Alcaldesa de San Juan; su primera campaña para ser Alcaldesa de la Capital de todos los puertorriqueños, generó un entusiasta apoyo del PPD a ella desde todos los municipios, tal como ocurrió con la primera campaña de 1988 para Alcalde San Juan de Héctor Luis Acevedo.



En el 2017 la alcaldesa Carme Yulín se creció ante Puerto Rico y el mundo gracias a sus esfuerzos por la reconstrucción de Puerto Rico tras el paso del devastador huracán María. El poder está en la calle explica bien lo mucho que tuvo que luchar ocupar posiciones de responsabilidad política y electiva. También explica la genialidad de crear conciencia y fomentar solidaridad mediante camisetas. Carmen Yulín fue reelecta Alcaldesa en el 2016, pero en el 2020 no logró ser candidata a la Gobernación por el PPD. En el 2021 es educadora en Estados Unidos.  

En la vida es normal que haya puntos de convergencia y divergencia. Mi pensamiento político sigue en línea con Muñoz Marín y Hernández Colón, a tono con el siglo XXI y las expectativas de presente y futuro. La hermosura de Carmen Yulín sigue ahí y su intelecto sigue creciente; y probablemente sus mayores aportaciones pueden darse más allá de la política. Se puede admirar y tener diversidad de ideas a la vez. Voy más allá:

Para mí, seguir admirando y respetando a Carmen Yulín, es reflejo de dar atención al tema de testimonios que sean como onda expansiva. Eso significa que sentirse bien por los logros y evolución positiva de Yulín y otros, es sembrar por lo que a uno le toca en su propia ruta. Pienso en una visión de fe que fomenta los lazos de amistad y de familia, y de respeto en lo laboral y comunitario. Escribir en estos términos cuando mis padres y Hernández Colón están en el cielo y en mi corazón y conciencia; une la visión de fe con las realidades del rápido paso del tiempo y de la vida. La vida es tan breve y los testimonios de reconciliación, unificación y edificación son tan necesarios, que no procede desperdiciar tanto en cainismo, extremismo y egocentrismo.

 


Así, más que debates, se necesitan diálogos con soluciones salomónicas. En eso, si en verdad se desea dar participación a todas las voces, hay que incluir a quienes creemos en el crecimiento del ELA en su propia naturaleza como ELA, y a todas las tendencias de unión permanente de Puerto Rico con Estados Unidos. Los temas locales y globales, confirman que el verdadero patriotismo no está en el insularismo o en la esclavitud de la ideología, sino en armonizar personas y pueblos en una visión trascendente; tal como en el ELA, el ideal no está en la fórmula de status político, sino en la realización humana.

 



En el 2011, eran impensables los retos del Puerto Rico y el mundo de hoy. En tiempos atípicos de desafíos, crisis, terremotos, jamaqueos de la naturaleza y Pandemia del Coronavirus, es sabio el propósito de no buscar volver a la normalidad, sino de buscar hacer una nueva realidad que sea mejor a lo que había antes del virus. Ahora más que nunca, en la fe, el amor y en la calle más que en funcionarios de turno, están el poder para hacer y consagrar el nuevo yo y el luminoso nosotros.

 

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