Batallante: Las estrellas alrededor de las tres estrellas de los Reyes, también inspiran...

jueves, 6 de enero de 2022

Las estrellas alrededor de las tres estrellas de los Reyes, también inspiran...

El 3 de enero de 1997 mi padre, Oscar Berrios Rodríguez, se fue al cielo; en el 2022 se han cumplido 25 años. El 6 de enero de 1997, Día de Reyes, lo despedí con la familia en el cementerio. No fue casualidad, ya que fue un buen hombre por haber sido buen niño.

Desde el 1997, cada Día de Reyes combina recuerdos de niñez y juguetes, con anécdotas y lecciones de mi padre. En el tiempo navideño, es bueno recordar también a quienes han partido a la Eternidad.

Hacer memoria de mi padre hoy, es ver múltiples escenas en un instante. Recuerdo diversos pasos formativos, las vivencias desde la escuela elemental en la Ramiro Colón Colón hasta la Ponce High, la etapa universitaria en que me gustaba caminar con él hasta el casco urbano de Ponce para seguir mi ruta hacia la universidad, y los años previos a su sorpresiva partida de esta tierra.

Atesoro los días en que mi padre y mi madre Adela Martínez Cruz, me daban un nivel de estabilidad que parecía una dimensión de eternidad que superaba cualquier otra situación o consideración. Doy Gracias.

Hoy Día de Reyes, recuerdo el combo de mi padre y mi madre haciendo pasteles únicos. Mi padre prefería hacer postres y se notaba con el arroz con dulce. El gran proyecto culinario navideño comenzaba compranfo ingredientes en la plaza del mercado.

Hoy Día de Reyes, con canas en mi cabello observo con especial mirada, la figura de acción que conservo de Steve Austin, de la serie "The Six Million Dollar Man". No la recibí en Día de Reyes, pero me la obsequio mi padre. La figura que sí recibí en un Día de Reyes, fue la de Oscar Goldman, de esa icónica serie.

Es un recuerdo que confirma mi aprecio a Santa Claus, los Reyes y la Sagrada Familia; y mi creciente conciencia sobre el valor de los juguetes en la vida, en lo coleccionable y en tanto que se puede transmitir a las generaciones.

Reconozco que no todo tiempo navideño llega habiendo una buena situación económica; pero recuerdo que mi madre decía que uno no debe quejarse de la Navidad, sino dar gracias y celebrarla lo mejor posible. Reconozco que hay golpes en la vida que marcan y duelen; pero recuerdo el ejemplo de mi padre y mi madre de no perder el buen corazón ante los retos.

Hoy Día de Reyes, coloco sobre el tapete lo siguiente: En la misma forma que ves en la ilusión, la fe y el corazón a los Reyes en las tres estrellas, mira también en las otras estrellas a familiares, amistades y seres queridos que están en el cielo.

Puedes ir más allá y ver también a niños, personas asesinadas, líderes que admiras y víctimas de enfermedades y otras causas que han partido. Orar por quienes conociste y por quienes no conociste, va desarrollando la visión espiritual y la visión natural en una nueva dimensión y evolución. Es una nueva vida en esta tierra y un poderoso testimonio de amor con toque de eternidad.

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