domingo, 11 de diciembre de 2011

Hoy domingo 11 de diciembre de 2011

Hoy domingo 11 de diciembre de 2011, Día del Señor: Despierto y encuentro un muy buen punto de inspiración en la relativa despedida de la luna llena que se asoma por la ventana. ¿Es realidad o ilusión que la luna parece brillar más en esos instantes?



Reconozco que toda luna llena, siempre me recuerda la canción “baño de luna” del gran ser humano con dones, belleza inenarrable, energía, llamado único y presencia sin igual con el nombre artístico de Melina León.



Expreso que es  “la relativa despedida de la luna” porque la luna no se va del todo. Hay horas en que está presente en el cielo la luna, pero no se nota tanto por la fuerza del sol. ¿Qué procede escribir ante algo así?



Pienso que un buen punto de partida es ver que en el transcurso de cada día, se pueden superar los retos y las rutinas, entendiendo que siempre pueden estar presentes los toques de las pasiones, de la mayor fe creativa y los más elevados pensamientos que tanto inspiran en torno a las noches más esplendorosas de estrellas y luna llena. Son los toques del Creador para que el amor sea motor de todo lo mejor y potenciador que da vida a la vida.   



Así, veo que puede descubrirse en la luna nocturna y en la luna diurna, el gran mensaje de que hay valores constantes. La ceración entera nos habla de las fuerzas que están siempre presentes, aunque no siempre lo notemos. Son las fuerzas que confirman que en los verdaderos y victoriosos testimonios que rompen moldes y estereotipos para iluminar, edificar, inspirar y construir, se luce más la presencia del Altísimo en almas y en todo. Procede reiterar lo que he escrito:



Dios habla a todas las generaciones y todos los tiempos. Cuando la tierra prometida parece más distante, renunciar no debe ser opción. No se trata de alentar una fijación o un desorden, sino de contemplar que tiene que tener poder real lo que se dice de que lo imposible para el hombre es posible para Dios.



Se trata de lo que paso a paso, venciendo retos y afirmando la razón de ser de la visión consagrada y/o del solemne pacto (promesa) -con fe, amor, valor, honor y perseverancia- supere la prueba del tiempo por todo lo que es más. Así, me enfoco en el sueño que me toca y asumo responsabilidades. Dios ilumine a todos. Adelante…



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