Ayer jueves 15 de diciembre de 2011, fue más que señorial el atardecer en Ponce con la presentación del libro “El poder está en la calle”, en el restaurante La Casa de las Tías, en la Calle Isabel. El libro fue escrito por la líder y legisladora Carmen Yulín.
Gracias a Dios por todo lo que permitió tan especial evento. Gracias a Wilda y Graciela por haber desarrollado tan especial iniciativa en tan buen lugar. Ellas y quienes ahí laboran, hicieron posible que con todos los presentes, se vivificara con nuevos alcances y mayores proporciones, lo que dice la famosa y emblemática plena: “En Ponce te dan la mano y te hacen sentir feliz”.
Ver a Carmen Yulín y al licenciado José Alfredo Hernández Mayoral, fue algo inspirador y aleccionador, en tiempos en que la patria clama por puntos de acuerdo y armonía ante la violencia, la crisis económica y tantos otros problemas.
Es cierto que Yulín es belleza encarnada y poesía encarnada. Así lo expresé con el debido respeto. Me recordó unas palabras pronunciadas por doña Inés Mendoza de Muñoz Marín el 25 de septiembre de 1983 en la Asamblea de Mujeres del Partido Popular Democrático, en Mayagüez:
“Y quiero que se acuerden de esto mientras vivan: Que nunca es más hermosa una mujer, que cuando defiende el derecho de su pueblo, se libertad, su pan, su tierra”.
Pero es propio reconocer que lo en ella admirable es fruto de fe, valentía y de la luz que viene de adentro. Fue grande la lección de anoche de que procede hacer las cosas en forma diferente para lograr resultados diferentes.
Tuve la oportunidad de expresar que en las redes sociales se desarrolla “tiraera” y debates intensos, y sorprendentemente para mí, es en temas no-políticos que he recibido más críticas y ataques.
Pienso que esos temas pueden ser muy buenos para desarrollar, ya que de lo que no se quiere hablar, es de lo que más hay que hablar. El libro de Carmen Yulín llega en el mejor momento para fomentar más diálogos y puntos de acuerdo en esos foros no-políticos que son la mayoría.
Que las buenas ideas dadas en la presentación del libro de Yulín, no sean solo el recuerdo de un buen encuentro. Que el libro abone a marcar constructivamente un antes y un después:
Que se siga profundizando en las ideas y potencialidades que genera el libro. Que sigan los comentarios de los lectores. Que el libro sea material de estudio en foros educativos, legislativos y gubernamentales, comunitarios y de todo tipo; que sean estudios para propiciar nuevos diálogos, puntos de acuerdo y alianzas para ser parte de las soluciones o por lo menos, de alivios reales y mejores prólogos.
No deseo caer en utopía o en más de las palabras que suenan bien en discursos y no se llevan a cabo. En internet he escrito lo siguiente:
“Cuando la tierra prometida parece más distante, renunciar no debe ser opción. No se trata de alentar una fijación o un desorden, sino de contemplar que tiene que tener poder real lo que se dice de que lo imposible para el hombre es posible para Dios. Se trata de lo que paso a paso, venciendo retos y afirmando la razón de ser de la visión consagrada y/o del solemne pacto (promesa), supere la prueba del tiempo por todo lo que es más. Así, me enfoco en el sueño que me toca y asumo responsabilidades.
Se dice que es mejor no prometer que no cumplir, pero mucho mejor es enfatizar en los testimonios de cumplimientos de promesas; armonizando lo espiritual que no enajena y lo material que no es vanidad. Perseverar es cuestión de fe, amor, valor, obra, visión y honor. Así, persevero…”.
Que sea el libro de Carmen Yulín, avanzada de mucho más, ya que son inéditas las más brillantes páginas. Saludos y bendiciones a Carme Yulín, colaboradores y familia. Saludos y bendiciones a Hernández Mayoral, colaboradores y familia. Saludos y bendiciones a Wilda y Graciela, colaboradores y familia en la Casa de las Tías. Dios ilumine a todos en la Isla del Cordero.
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