Ayer jueves 15 de diciembre de 2011, fue más que señorial el atardecer en Ponce con la presentación del libro “El poder está en la calle”, en el restaurante La Casa de las Tías, en la Calle Isabel. El libro fue escrito por la líder y legisladora Carmen Yulín.
La diversidad es una realidad que enriquece en todos los sentidos. Es importante que haya múltiples corrientes de pensamiento; la clave es que haya sinceridad y buena voluntad en las ideas por el bien integral, en que las ideas no estén enfocadas en hacer daño a los demás o en buscar adelantos en la peor forma.
No veo en Carmen Yulín contradicciones o las ambiciones desmedidas que hacen que las personas renuncien a sus principios y esencias por una tabla invertida de valores en que lo malo se ve como bueno.
Veo en Carmen Yulín a una gran dama con trayectoria admirable; que aunque pueda haber puntos de convergencia y divergencia en unos detalles, compartimos las ideas en lo más importante, que es buscar lo mejor para la patria.
Desde esa perspectiva, el ideal no está en las fórmulas de status político, sino en el ser humano. No es secreto que creo en la unión permanente, pero veo que nada resolverá la llamada “solución final al tema del status” que prevalezca en los procesos y urnas electorales, en un país dividido y confrontado.
Para lograr los puntos de armonía que son más que la política y el status, el libro “El poder está en la calle” constituye una gran aportación que es en sí instrumento de luz y bendición. Llega el libro en el momento que es más necesario y doy gracias a Dios.
Doy gracias a Dios por Carmen Yulín, que es gran mujer que se ha ganado mi sumo respeto, sinceras oraciones y pleno apoyo. Doy gracias a Dios por la fe para afirmar la perseverancia. Doy gracias a Dios por la comunicación que en la medida que acentúe el nivel de altura y trascendencia, sea ejemplo de que es más lo que une y activa las fuerzas constructivas. Dios ilumine a todos.
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