martes, 14 de junio de 2016

En la belleza consagrada hay poder revolucionario.

Dios emplea los medios que Él desea para responder y edificar; la gran alma con dones, belleza inenarrable, energía, llamado único y presencia sin igual con el nombre artístico de Melina León es uno de esos medios mediante cada palabra acertada, voluntad luminosa y canción con consagrada fuerza. Cada alma que crece, hace y siembra el bien, es instrumento de Dios y canal de bendición.

En verdad Dios se creció al crear a la mujer. Hay grandeza en cada mujer que redefine y perfecciona el concepto “belleza”. La belleza, la poesía vital y la sensualidad son tan de Dios como la verdad y las virtudes (interesante que son términos que comienzan con el artículo en femenino). En todo tiempo, recordemos que el Señor quiere que seamos sabia y fructíferamente bendecidos y prosperados en todas las áreas de la vida, con la conciencia de que la real bendición suma PAZ. Así, bendigamos a todo talento y toda alma admirable para que en su trayectoria, permanezca y dé luz.

El AMOR inspira, forja y construye mucho; supera moldes y estereotipos. El AMOR respira fe y potencia a todo el ser; perfecciona la sabiduría y su poder supera palabras. Sea la vida una causa de AMOR.

Somos llamados a buscar ser bendecidos para bendecir. Somos llamados a hacer y sembrar el bien. Somos llamados a la consagración que es fe en acción; fe definida con verdadero corazón, cuerda pasión y buenas obras. Dios conoce el alma y cada detalle de fe y perseverancia. Adelante...









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