Hoy domingo 14 de agosto de 2011, es Día del Niño en Puerto Rico. Es día propio para reflexionar y crear conciencia sobre los deberes diarios hacia los niños que tienen esencia de inocencia y las posibilidades de generaciones y tiempos futuros. Hoy es día propio para superar los libretos memorizados que nada resuelven y las teorías utópicas, ya que si vemos la imagen tradicional del niño que despierta asustado por una pesadilla tras ver una película impactante, el mayor choque está en que hay demasiados niños marcados y que enfrentan pesadillas cotidianas. ¡Cuántas tiernas lágrimas corren en busca de un bálsamo! ¡Cuántos niños demasiado temprano pierden la inocencia o enfrentan la soledad fuera de tiempo! ¡Cuántos niños son los que más de cerca sienten el azote de la violencia y el engaño! ¡Cuán difícil es sanar en la adultez las heridas que no fueron debidamente atendidas en la niñez! ¡Cuántos niños se levantan ante la adversidad con la fe y valentía que hace palidecer a todo adulto! Hoy es buen día para buscar de Dios y de lo que está al alcance de nuestros medios, las formas para ser mejores seres humanos hacia los niños. Hoy es buen momento de real nuevo comienzo para hacer de la mirada sincera, la palabra correcta, la mano extendida, la acción edificante y el abrazo sincero, herramientas poderosas para unir, construir y restaurar. En ese proceso, al saludar a todos los niños, exhorto a recordar los días de niñez y mantener vivo siempre a ese niño que llevamos dentro que origina los sentimientos puros, el crecimiento con sentido y las obras buenas de verdad. Con esa perspectiva, apoyemos a padres, educadores y todo aquel que hace la diferencia en apoyo a los niños. Demos seguimiento a las iniciativas en pro de una buena calidad de vida, como la marcha en contra de la violencia llevada a cabo el domingo 29 de mayo de 2011, en que se unieron artistas, deportistas, autoridades gubernamentales, representantes de diversas áreas del quehacer humano y pueblo, con la voz de “Alto a la violencia”. Siempre felicito a los organizadores y a todos los que dijeron presente. Se estableció que se tenía el propósito de crear conciencia para detener la violencia que tantos daños causa. Un cruza-calles decía “Alto a la violencia y Sí a la vida”. Tenía ese cruza-calles el rostro de una niña golpeada con expresión de dolor, que transmite el clamor de que no fuese una marcha más, sino un evento que tuviese impacto. Así, reconociendo que todos los mensajes, cartelones y expresiones armonizaron en un gran propósito de concienciación y paz integral, sigo felicitando de manera especial al gran ser humano con el nombre artístico de Melina León, que dijo presente y transmitió un mensaje acertado, con las palabras que iluminan conciencias para buscar hacer la diferencia. Presentó Melina un gran mensaje en tiempos en que se clama precisamente por voces que promuevan todo lo mejor del ser. Desde su vocación y corazón, Melina siempre exalta al corazón de mujer. Recordando la cita de San Mateo 6:6, que toda oración al Padre, sea inherente a un nuevo y mayor sentido de vida. Dios bendiga a Melina León, dama excepcional con energía, llamado, dones y presencia sin igual, con la pura belleza que viene de adentro. Demos gracias por las almas que dan luz en este mundo. En esa línea, saludo a los pastores Carlos Camacho y Susana Cardona, de la Iglesia Nuevo Testamento de Ponce, y les agradezco por el amor, la importancia y la atención que desde la visión en acción y vocación consagrada, dedican a los niños. Sea el amor con que Dios da la vida, la fuerza del mejor amor que seamos capaces de dar para forjar a los niños y así, dar vida a la vida. Dios ilumine a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario