sábado, 26 de noviembre de 2011

¡Vivamos la integridad en todas las áreas!

Hoy es 26 de noviembre de 2011. Hoy es día 26 y el Salmo 26 se titula “Declaración de Integridad”. El diccionario Vox define “integridad” como “calidad de íntegro” y define “íntegro” como “probo, recto, honrado”. ¿Cómo promover la integridad?

Estoy convencido que el mejor punto de partida está en ser genuino. Es decir, ser genuino en la validez de lo que se busca y en la forma en que se vive lo que se predica. Iré directo a dos puntos:

1.    Es triste que vivimos tiempos en que no se quiere hablar de las promesas que se cumplen solo luego de recibir lo pedido a Dios. No me refiero a lo que hay que hacer siempre, e incluso desde antes de recibir lo pedido a Dios, como las buenas obras, el congregarse o la siembra financiera. Un ejemplo sencillo es el siguiente: Un estudiante que no tiene forma de graduarse por malas notas y objetivamente sólo un milagro le puede permitir lograr el diploma. Si ese estudiante promete que de lograr graduarse presentará el diploma ante el altar, sólo de concederse lo pedido, se podrá cumplir la promesa. Existe el argumento de que es mejor no prometer que prometer y no cumplir, ¿pero por qué no enfatizar en los testimonios de quienes prometen y cumplen? ¿Por qué la resistencia al tema de las promesas? ¿Por qué la resistencia a un método de amor, fe y perseverancia que por los términos de una promesa, es inmune a la manipulación y tergiversación? Estoy convencido de que en la medida que grandes peticiones y planes se fundamenten en cumplir y hacer grandes cosas para Dios, todo evolucionará para bien.

2.    Es triste la forma en que se tergiversa y manipula el contenido de Proverbios 31:10-31 (titulado “Elogio a la mujer virtuosa”). Se emplea para estigmatizar injusta y erróneamente a la mujer hermosa con epítetos de vanidad, y para forzar –por agendas religiosas y otras- uniones matrimoniales que terminan alimentando las crecientes estadísticas de divorcios. En Cantares se elogia a la mujer hermosa y eso no significa que haya contradicciones bíblicas. Significa que si vemos a la Biblia como el Gran y Perfecto Libro de Medicina, cada condición y pregunta requiere su mensaje y tratamiento. Es decir: La mujer hermosa necesita acentuar la belleza con el brillo del alma sabiamente definida, y la mujer que cae en descuidos de imagen necesita renovarse para que los valores positivos lo sean por la generosidad y la humildad. ¡Claro que puede haber suma belleza y admirables virtudes en una mujer! ¡Claro que reconozco eso en el corazón de mujer que tanto admiro y que se gana mi viva fe y oraciones! ¡Claro que hay que superar los mensajes manipuladores que no funcionan, mediante el amor de verdad que tanto puede!

Ambos puntos confirman que somos llamados al desarrollo de una nueva conciencia, en que sea realizable el vivir nuevos testimonios que rompan moldes. Son los testimonios que rompen moldes los que afirman lo mucho que puede el Altísimo en las vidas de quienes le buscan de verdad y desean vivir cumplimientos de promesas como revolucionario rumbo de vida que edifica, inspira y da luz al mundo.     

Cuando la tierra prometida parece más distante, renunciar no debe ser opción. No se trata de alentar una fijación o un desorden, sino de contemplar que tiene que tener poder real lo que se dice de que lo imposible para el hombre es posible para Dios. Se trata de lo que paso a paso, venciendo retos y afirmando la razón de ser de la visión consagrada y/o del solemne pacto (promesa), supere la prueba del tiempo por todo lo que es más. Así, me enfoco en el sueño que me toca y asumo responsabilidades.  

Se dice que es mejor no prometer que no cumplir, pero mucho mejor es enfatizar en los testimonios de cumplimientos de promesas; armonizando lo espiritual que no enajena y lo material que no es vanidad. Perseverar es cuestión de fe, amor, valor, obra, visión y honor. Así, persevero. ¡Vivamos la integridad en todas las áreas! Porque no puede ser que tan esforzada y consagrada ruta quede inconclusa, impere el Señor en todo.  

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