miércoles, 16 de noviembre de 2011

¡Ahora es que vamos!

Cuando la tierra prometida parece más distante, renunciar no debe ser opción. Se dice que es mejor no prometer que no cumplir, pero mucho mejor es enfatizar en los testimonios de cumplimientos de promesas. Perseverar es cuestión de fe, amor, valor, obra, visión y honor. Así, persevero. Porque no puede ser que tan esforzada y consagrada ruta quede inconclusa, impere el Señor en todo.  



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