sábado, 25 de agosto de 2012

¡Felicidades pastor Camacho!


Siempre recuerdo que fue un 25 de agosto que comencé a dar unos nuevos pasos de fe y tiene que ser de Dios que coincida con la fecha de cumpleaños de una brillante y joven alma cristiana: el pastor Carlos Camacho. ¡Enhorabuena!

 

Mucho le agradezco al pastor Camacho por su nivel de vocación y consagración, por la forma en que honra el altar y busca que enfoquemos la mirada en el Altísimo, por sus mensajes e iluminar las redes sociales, y por su solidaridad en el momento de reto que evolucionó hacia el milagro de nueva vida de mi madre. ¡Gracias!

                                        

Nos dice parte de una biografía del pastor Carlos Camacho:

 

“Conversión y Pastorado:

Carlos conoció al Señor Jesucristo en el año 1996, mientras todavía era miembro del cuarteto Los Hispanos. Una vez siente el llamado a servir en el ministerio a tiempo completo, se retiró de Los Hispanos, siendo su última actividad con ellos un espectáculo en el día de las Madres del 2003 en el Teatro Tapia de San Juan. Desde entonces, ha terminado su preparación como pastor del Concilio de Iglesias del Nuevo Testamento y junto a su amada esposa Susie radica actualmente en la ciudad de Ponce, donde fue enviado para comenzar una obra pastoral”.

 

Me siento afortunado y bendecido al poder congregarme en la Iglesia Nuevo Testamento de Ponce. Los grande de los pastores Susana y Carlos Camacho no está tanto en ellos en sí (que tienen talentos y calidad humana que sólo del cielo pueden ser dados), sino en la forma en que enfatizan en el Señor. Doy gracias a Dios.

 

Un disco que es gran canal de bendición es la producción “Sé Que al Fin Yo Venceré”, del pastor Camacho, en que consagra al servicio de Jesucristo sus dones y talentos en la sumatoria de su brillante carrera. De ese disco, cada vez que escucho la canción “Creo en Dios”, hay nuevas revelaciones y fuerzas para seguir perseverando.

 

Es así que cuando regalo el disco de Camacho, es fruto de oración y reflexión, y no se trata de un obsequio más, es algo de fe, conciencia y corazón.

 

En la sonrisa sincera y la voz de buena voluntad, los pastores Susana y Carlos Camacho hacen la diferencia. Cada servicio a que asisto es una vivencia única y hasta inenarrable en sus mayores proporciones. En cada servicio, ante mis ojos es como si los Pastores fuesen cada vez más jóvenes por la forma en que contagian con tanta fe que se renueva y nos renueva, sensibilidad, fuerza y gozo, humildad y fidelidad.

 

Son almas luminosas que son una en amor y vocación consagrada. Con unción, acción y visión, pastorean la Iglesia Nuevo Testamento de Ponce. Cada miembro de la congregación es un testimonio y es inenarrable lo que hace el Espíritu. Merecen la cobertura de oraciones y apoyo de todos en la energía constructiva de vida.

 

Hoy las voces de reconocimiento, agradecimiento y felicitación al pastor Camacho son como coro celestial. Somos llamados a propiciar en tiempos retadores y convulsos que se vuelva a creer. ¿Creemos en Dios; le creemos a Dios? Sea “Sé Que al Fin Yo Venceré” poderosa herramienta en ese proceso de restauración y potenciación. Sea el cumpleaños de hoy de Camacho -en el presente escenario único que da testimonio de cómo Dios obra y preside- poderosa señal de que crecemos y renacemos al amar y desear seguir al Señor con todo el ser y en la vida entera. Ahora más que nunca, Adelante en el nombre de Jesucristo.  

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