domingo, 10 de octubre de 2021

10 de octubre de 2021: Segundo domingo rumbo a Halloween: Que desde el gran rostro del alma, se iluminen caminos y conciencias.

He escuchado el pensamiento de que “Halloween se ha convertido en una fiesta pagana celebrada por cristianos y Navidad se ha convertido en una fiesta cristiana celebrada por paganos”. Hoy no analizaré eso, ni pretendo caer en condenar a quienes optan por participar de alguna forma de Halloween. 

El respeto es fundamental y esencial. Conozco a quienes celebran en Halloween sanamente y son creativos con disfraces que destacan lo positivo, sin ánimo de rendir tributo a las tinieblas. En la niñez nunca me disfracé por Halloween, pero era bueno en la escuela compartir dulces. Es en la adultez que participe en Halloween y llegué a usar algo como disfraz; descubrí lo incorrecto de los ataques a Halloween, y confirmé en lo bueno de Halloween que Dios emplea los medios que Él desea para obrar. Compartir es un buen principio humano y cristiano.

No dudo que hay gratas y conmovedoras historias en nuestros mayores en esa línea. No dudo que muchos niños que celebraron Halloween, hoy son buenos y productivos ciudadanos. De los niños podemos aprender lo que debe ser la fiesta de Halloween libre del origen oscuro y de los que tienen malas intenciones en el presente.

Así, veo más salomónico aprovechar la coyuntura de Halloween para fomentar temas heroicos en los disfraces, iniciativas como los “talent show” y dar el cierre de oro a la ruta de “trick or treat” con la cena familiar o la fiesta de paz. En el 2021 todo con las debidas medidas ante la Pandemia del Coronavirus.

Apoyo al buen Halloween. Apoyo el respeto a las decisiones sobre celebrar o no celebrar Halloween en forma sana. Apoyo fomentar que ante cualquier decisión, sea participar en Halloween o sea no participar en Halloween, impere una nueva conciencia en que lo que se viva, dé luz y armonía y agrade al Príncipe de Paz mediante la vivencia de amor.

Así, no sería justo asociar a las máscaras única y exclusivamente con Halloween. ¿Cuántos emplean máscaras para ocultar dolores? ¿Cuántos emplean máscaras para proyectar lo que no son? ¿Cuántos emplean máscaras para ocultar el feo rostro de maldad que justifica manipular, engañar, robar, maltratar y menospreciar? ¿Cuántas máscaras cotidianas fuera de Halloween son más horribles que las de Halloween?

Máscaras, ¿solo en Halloween? ¿Cuántos no pueden verse con paz ante el espejo? ¿Cuántos emplean máscaras para tratar de dar aliento en los más difíciles escenarios? ¿Cuántos emplean máscaras para prolongar la falsedad y crearse una imagen que no corresponde a lo que realmente son?

Que sea lo genuino del rostro, ventana del alma que no necesita máscaras. Celebremos Halloween en el 2021 como gran antesala del tiempo navideño; y como parte del propósito de hacer una nueva realidad que sea mejor a la que había antes de la Pandemia. Dios ilumine a todos rumbo a Halloween y más allá.

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