Dos de los detalles que se encuentran en el Museo dedicado a Mameyes en Ponce, Puerto Rico, son la Capilla y la maqueta. La maqueta nos permite visualizar a Mameyes antes de la tragedia. La Capilla con la oración de "En Dios confiamos", constituye un oasis para redescubrir la fe y fortalecer al alma.
El 7 de octubre, se recuerda al derrumbe que en 1985, enlutó a Ponce y la patria entera. Siempre las oraciones buscarán respuestas; y siempre estarán sobre el tapete los temas de infraestructura y de la necesidad de más equidad en el desarrollo y más calidad de vida en la extensión territorial de la Isla.
En el presente, la Comunidad Nuevos Mameyes es ejemplar y es un canto a la vida y la solidaridad que glorifica al Creador. Unifica recuerdos y datos históricos; como la unión de pueblo y el maratón que generó desde el pueblo y sus instituciones una impresionante suma para ayudar a los damnificados, las coberturas de los medios noticiosos sobre la destrucción y la búsqueda de sobrevivientes, las primeras planas sobre el velatorio, los esfuerzos de la administración del Gobernador Rafael Hernández Colón para hacer realidad el nuevo proyecto de vivienda, la gestión de la Primera Dama Lila Mayoral para que fuesen edificadas casas de cemento y, sobre todo, cada testimonio de amor que hace persona, familia y comunidad.
Mameyes siempre presente... En mayo de 1985 me gradué en Ponce High y todavía recuerdo aquel trueno del 7 de octubre de ese año. Nunca he vuelto a escuchar algo así; y las generaciones seguirán visitando esa página que es mosaico de imágenes, relatos y lecciones.
Ante la naturaleza, las jornadas y los afanes, lo rápido que pasa el tiempo y lo frágil de la existencia, optemos por lo que en verdad llena la vida, que es la armonía y la base de fe y amor para todo.
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