Hubo dos elecciones enlazadas: la de 1980 y la de
1984, porque la campaña del ’80 no terminó con el evento electoral de ese año.
Veamos
·
En el cuatrienio de 1977-1980 hubo en el PPD grandes
esfuerzos de reorganización y fiscalización. Se habían dado issues como la
imposición de una Ley Electoral sin consenso y sin garantías contra el fraude,
trastear con los incentivos industriales, y los hechos del Cerro Maravilla,
pero el partido de gobierno contaba con grandes recursos propagandísticos y las
estructuras de poder. Sin embargo, el liderato Popular encabezado por Miguel
Hernández Agosto en la Presidencia y Rafael Hernández Colón para la
Gobernación, logró un muy eficiente trabajo y la muerte del fundador Luis Muñoz
Marín acentuó el sentido de compromiso histórico. “La Nueva Tesis” fue proyecto
visionario, la caravana de “Rafael en la Ruta de la Victoria” tuvo gran impacto
y el lema de “Rafael, Puerto Rico cree en él” pasó a ser consigna de pueblo, ya
que cuando se cree con fe e ideas bien fundamentadas, se puede mucho. El 4 de
noviembre de 1980 se llevaron a cabo las elecciones generales. Como en
elecciones anteriores, el elector tuvo ante sí una sola papeleta en que
aparecían todos los cargos electivos. Normalmente con los resultados
electorales se pone fin a una campaña, pero en el ’80 los resultados para la
Gobernación siempre quedaron en entredicho. Aun así, el hecho de una
Legislatura Popular y la mayoría de los municipios con alcaldes Populares,
confirmó un gran crecimiento del Partido. Se confirmó que las encuestas no
deciden elecciones, que contar con mucho dinero no lo es todo, y que es
sumamente complejo lo que configura la obra buena y efectiva.
·
En el cuatrienio de 1981-1984 hubo años en que aumentaba
el desempleo a los niveles más altos, se polarizaba al país, se agravaban los
problemas y se supo la verdad sobre lo ocurrido en el Cerro Maravilla, la
“Revolución de la Esperanza” proclamada por Hernández Colón el 25 de julio de
1982, daba frutos. Tuvo eco el mensaje de Rafael dado en la asamblea General
del PPD celebrada en Ponce el 15 de enero de 1984:
Ø “Guiados hoy como ayer, por esos
ideales, somos el Partido de más larga historia en Puerto Rico. Ningún otro
partido ha luchado tanto ni ha hecho tanto por Puerto Rico. A la vez, somos el
Partido más joven, porque la juventud de los partidos no se mide por la fecha
de su fundación, sino por la intensidad con que las nuevas generaciones se
identifican con los ideales que dieron vida a un partido. Y nosotros los populares
tenemos un compromiso irrevocable con la democracia, la justicia social, la
igualdad de oportunidades y con hacer una prosperidad para este país que sea
justa y duradera para todos.
Y hemos venido
aquí a reafirmarnos en esos ideales. Como lo hice yo ante el cuerpo presente de
Don Luis Muñoz Marín. Dije en Barranquitas aquel día de profundo dolor:
‘Maestro, lucharemos día tras día para mantener la integridad y la dignidad de
nuestro pueblo; quemaremos nuestras vidas para que Puerto Rico alcance su gran
aurora de justicia. No, los puertorriqueños no te traicionaremos porque frente
a las circunstancias más adversas, tú nos enseñaste que tenemos dentro de
nosotros mismos la fuerza para superarnos; y en nuestros votos, los
instrumentos para canalizar esa fuerza hacia más altas cumbres de progreso y de
justicia…
Somos el
Partido de la esperanza. Siempre lo hemos sido. El Partido de la esperanza que
comparten en sus corazones todos los puertorriqueños. Somos el Partido del
cambio hacia el futuro; cambiamos la situación en el ’40 y la cambiaremos de
nuevo en el ‘84…”.
La caravana de “Rafael en la Recta Final” se convirtió en
la Recta Triunfal, y se tradujo en una impresionante concentración de cierre de
campaña. El 6 de noviembre de 1984 se llevaron a cabo las elecciones generales.
Por primera vez, elector tuvo ante sí más de una papeleta (la papeleta estatal
y la papeleta municipal). El triunfo Popular abonó a la paz y la concordia.
Mejores resultados a nivel municipal en San Juan y Ponce ayudaron a asegurar la
victoria. Se completó lo comenzado en 1980. Se pudo poner fin a la campaña y
dar inicio a la ruta del buen camino que sigue inspirando y edificando.
Recordemos las buenas lecciones de
la historia para hacer patria. Las grandes hazañas
de los nuevos tiempos, se logran regresando a las bases fundadoras y honrosas,
uniendo generaciones, afirmando la gran zapata innovadora que es el ELA, y
potenciando la buena causa y Casa Grande que representa el perfil de la puertorriqueñidad
y Pan, Tierra, Libertad. Regresar al buen camino es el gran llamado. ¡Adelante!
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