jueves, 24 de noviembre de 2016

En Acción de Gracias y más allá: No a los libretos y clichés y sí a lo genuino y verdadero.

El Día de Acción de Gracias se adaptó a la perfección a la cultura puertorriqueña; si se parte de la convicción y fe de que Dios creó un mundo sin fronteras, entonces lo más propio es adoptar lo que fomenta gratitud, amor y buena voluntad. El Día de Acción de Gracias es una buena y edificante tradición que crea formativos recuerdos, enriquece nuestra cultura y abona a ver lo constructivo que debe imperar todos los días.
                     
Sin embargo, eso se empaña cuando la se emplean libretos y clichés que apartan del principio de empatía. ¿Cómo puede ser genuino el dar un evento de “acción de gracias” proyectando buen rostro con indiferencia hacia quien sufre? 

Recuerdo que muchas veces he escuchado las palabras de “dar gracias por lo bueno y por lo malo”. Esas palabras dadas con humildad y buena voluntad son respetables. Esas palabras dadas en forma de libreto ritual, mera apariencia o para ocultar otras cosas no son respetables. En todo caso, se necesita mucho más.
Procede seguir perseverando, pero que no se le reste a la sensibilidad y la inteligencia con clichés, tácticas manipuladoras y libretos como el “tiempo de Dios” (concepto con buen origen, pero que se tergiversa demasiado). Procede buscar el nuevo mensaje de fe, con dignidad y sin manipulaciones, con poder y fundamentado en realidades.

Se necesita buscar propiciar una existencia en real victoria y no una inercia esperando el llamado “tiempo de Dios”. Hay veces que se vive lo de “Dios llega justo a tiempo”, hay veces que se logra lo de “nunca es demasiado tarde”, y hay veces que ocurre lo de “justicia tardía no es justicia”. Que se redefina el tiempo de Dios como cada obra y hazaña que hace presente algo positivamente impactante y revolucionariamente trascendente. Que se potencie todo lo que dé felicidad a la gente buena.  

El sentido humanitario destaca lo que une y edifica. Buscando forjar nuevos y mejores paradigmas, demos gracias. Sea por fe o sea por coraje, hay que levantarse. Dios ilumine a todos en la vida como sabia, heroica y victoriosa causa de amor.

·         “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”. --Mateo 22:36-40

·         “Reposará en la estepa la equidad, y la justicia morará en el vergel; el producto de la justicia será la paz, el fruto de la equidad, una seguridad perpetua”. --Isaías 32:16-17

·         “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta”. --Santiago 2: 17-26



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