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“Where there is love there is life”. --Mahatma Gandhi
Múltiples
opiniones, mensajes, creaciones artísticas, estudios y teorías existen sobre el
amor y la vida en pareja desde esa base. Se puede analizar y hasta debatir,
pero también se puede coincidir en dos puntos básicos:
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La soledad no es buena.
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Los grandes testimonios de amor que más inspiran,
superan estilos tradicionales y brillan por haber superado los mayores
obstáculos.
Veamos
escenarios en que se realizan esos puntos:
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Líderes religiosos han predicado y generado palabras
sobre el tema de la compañía idónea. Partiendo de textos bíblicos, en ocasiones
comunican lo sano, y en ocasiones manipulan. La compañía idónea es mucho más
que visitar un mismo lugar de congregación y/o dar la siembra financiera; es
descubrir la verdadera esencia de fe
como estilo de vida, que es colocar a Dios primero en todo.
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Puede parecer contradictorio que un hombre visto como “feo”, aspire a unirse
con la mujer que ante sus ojos, conciencia, corazón y alma entera es atractiva.
De entrada, la pareja del hombre visto como “feo” con la mujer atractiva, rompe
el modelo de “pareja perfecta” que se fabrica en revistas; en los mejores
casos, rompe también la idea de que uniones así solo pueden ser hechas por el
dinero. Siempre sostengo que puede haber en la mujer belleza interna y externa,
y que la belleza y la sensualidad son tan de Dios como la verdad y las
virtudes. Reconozco que esa postura rivaliza con posturas extremistas que
pintan al fomento de la hermosura como vanidad (en los peores casos, se
tergiversa el relato de Dalila para darle connotación pecaminosa), y que
pretenden imponer lo definido como aceptable y virtuoso con el fin de fabricar
parejas para fines ajenos al bienestar de la pareja. La realidad es que por
tener que luchar más y habiendo vivido el rechazo, ese hombre visto como “feo”,
valora más al “sí” y por ende, desarrolla más
fidelidad y entrega.
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Se afirma que un hombre con auto tiene más posibilidad
de lograr el “sí” de una compañera. Lo más injusto es negarle a quien no tenga
auto y/o no conduzca, el derecho a la felicidad. El éxito de una pareja es
mucho más que un auto. Por ejemplo, conocí a una maestra que conducía porque su
esposo desarrolló una condición que no le permitía conducir y eso no le restó
al amor en su relación, sino que afirmaron el gran nivel del amor de la comprensión y mutua ayuda y apoyo. Otro
ejemplo es que en Nueva York muchos nunca compran auto, se mueven en los
sistemas de transportación masiva y eso no le resta a sus logros, a sus
méritos, a su ritmo cotidiano y sobre todo, a su dignidad humana.
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Es importante saber cocinar, o realizar tareas del
hogar. Sin embargo, eso no significa que el hombre que no sepa cocinar o no
domine tareas del hogar (como la limpieza), sea un incapacitado o un mueble
más. Cuando una pareja se educa mutuamente para cocinar y las tareas de la
casa, se desarrolla la buena paciencia,
el más formatico proceso y el más provocativo taller de amor. El principio
es sencillo: Se sigue la ruta tradicional de discutir y pelear por todo tema o
por la forma de hacer tal o cual cosa, o se sigue la mejor ruta de encontrar
motivos de edificación y pasión en cada tema. Voy más allá: Hay casos en que se
pretende que el hombre sea un “handyman” que sepa de mecánica automotriz y de
reparar todo. Eso es algo obsoleto, ya que lo más sabio es buscar ayuda
profesional cuando se necesita y comprender que el ser humano es mucho más que
un resuelve.
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El dinero es una gran herramienta. El dinero es tan
importante que en la Biblia no se ve con malos ojos al dinero como justo fruto
del trabajo y que pude ser medio para bendecir, sino que se cuestiona el amor
al dinero y no el dinero en sí. El dinero bien administrado hace mucho bien.
Sin embargo, si se establece que solo grandes cantidades de dinero da derecho a
estar con la mujer de los sueños, todo se daña. En los peores casos, se fomenta
aguantar y justificar lo que sea si quien hace el daño y corrompe genera mucho
dinero, o no cuestionar el origen del dinero que genera lujos y extravagancias.
Quien trabaja y genera un ingreso digno, por humilde y modesto que sea, tiene
derecho a la felicidad. Incluso si la persona tiene deudas legítimas en tiempos
de crisis en el país, tiene derecho a la felicidad. Quien por motivos ajenos a
su voluntad, pierde el empleo o desarrolla alguna condición o enfermedad que de
momento le imposibilita seguir trabajando, también tiene derecho a la felicidad
y a regresar al progreso con su compañera. En todo caso el amor crece cuando se ve al dinero en la justa perspectiva y se
atesora más el esfuerzo para aportar al hogar y hacer juntos una vida con
sentido mayor. Para no caer en el error y la crueldad del menosprecio,
basta recordar que Jesús fue menospreciado por su origen humilde y es Redentor,
Lincoln fue criado en una cabaña y llegó a ser Presidente, Walt Disney y su
esposa pasaron momentos de estrechez y forjaron un legado, en fin, la pareja
que se une para crear y triunfar en amor, toma la ruta fundadora.
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Son bonitas las historias de cómo una pareja se
conoció. Sin embargo, hay perfección cuando el deseo de recibir el “sí”, se
fundamentó en cumplir una promesa, en hacer algo grande para el Creador. Testimonios de la victoria de la
perseverancia y cada paso de fe en esa base, son muy necesarios para que el
mundo pueda volver a creer.
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Existe la creciente dicotomía de lamentar el aumento
en la violencia, y ridiculizar a quien humildemente obra con dignidad. Por
ejemplo, en Puerto Rico existen desde hace años, personajes de comedia que ridiculizan
al buen hijo y al esposo fiel y cumplidor, y exaltan a quien abusa y engaña. Se
necesitan crecientes testimonios de parejas que triunfan fundamentadas en el amor que respeta, vivifica el principio
de que quien es bueno con la madre es bueno con la esposa, y enfoca todo en ir
más allá de sí mismo(a) por quien se ama.
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Hay quienes piensan que una buena pareja debe tener
las mismas ideas en todo, como la religión y la política. Hay casos en que eso
funciona muy bien. Sin embargo, admiro más al amor manifiesto en la tolerancia a las ideas diferentes, que evoluciona
al fomentar los puntos en común. Voy más allá: La más solida unión no es la
que está libre de diferencia y discusiones; la más solida y perfecta unión es
la que ante las más intensas diferencias y los más enérgicos debates, no
encuentra forma de herir, tolera y comprende que considerar otros puntos de
vista amplían horizontes, enfatiza en los puntos en común y desarrolla soluciones
salomónicas, y por el gran amor que palpita se enfoca más en el final que
cierra cada discusión con el broche de oro del abrazo que puede contener a un
mundo, el beso que es como aliento divino y la pasión que es fusión de energías
y más.
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Existe la teoría de que la mujer que se identifica
como “fuerte”, intimida y se une mejor con un hombre “fuerte”. Hay casos en que
eso funciona. Sin embargo, hay más poder en el testimonio de la mujer “fuerte”
que se une con el hombre humilde y sincero que no hace alardes de ser “fuerte”,
sino que desarrolla el heroísmo silencioso que solo Dios ve en todos sus
detalles, busca conocer el origen de lo “fuerte” en la mujer para darle
comprensión, bálsamo y la dosis de cariño que hace equilibrio y suma a la vida,
y en pareja acentúan la verdadera
fortaleza que es evolucionar juntos en amor.
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Existe la tendencia de ver los intereses en común como
una panacea. Hay casos en que eso funciona. Sin embargo, el que un hombre se
sepa bailar no le incapacita para amar a una mujer que sepa bailar y sea alegre
en fiestas y reuniones. Los más brillantes testimonios son de la forma en que
la mujer hace al hombre, y el hombre hace su parte para nutrir a la mujer con nuevas
formas de ver las cosas; ambos en el
cauce grande de hacer al nosotros luminoso que tanto puede y logra.
Lo
anterior son algunos ejemplos de un tema que merece profundo análisis e
introspección. El amor que rompe moldes,
forja mucho, y eso no es puro idealismo o mera utopía. Se lleva a cabo en
cada testimonio de amor real que supera diferencias formativas y
socioeconómicas, no se detiene ante el “qué dirán”, no se rinde ante los
obstáculos e incomprensiones (que pueden generar rechazos iniciales o fundados
en heridas pasadas y conceptos que deben ser revisados) que pueden llevar a
pensar que la meta fundamentada en cumplir la mayor promesa no será alcanzada, y
por encima de cualquier duda, ve todo lo que pueden hacer y consagrar juntos
como pareja.
Con
toda sinceridad, en un mundo imperfecto, es fácil caer en la tentación de los
moldes fijados de clasismo, exclusión, rechazo y justificación de estilos cuestionables
y prioridades trastocadas. Lo que en verdad demuestra ser fuerte y coloca
efectivamente a Dios primero, es superar esa tentación para valorar al ser humano
por sus esencias reales, méritos y posibilidades, ver lo que pueden forjar que
es más que circunstancias de un momento dado, y trazar en pareja el rumbo de
prioridades y metas que en verdad dignifica y hace la plena realización. Es en
esa dinámica que él y ella, desarrollan los más magistrales contornos que
definen al amor propio, a la autoestima, la fe, la ideología y todo lo que nos
hace más que seres con necesidades fisiológicas en este mundo. Al amar y
perseverar, podemos orar así:
Señor: Por Tu misericordia infinita, apoya y bendice
la realización de nuevos testimonios en verdad victoriosos en amor y plenitud;
testimonios que den luz a las almas y permitan volver a creer.
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"Así es la
esperanza, sorprende y abre horizontes, nos hace soñar lo inimaginable, y lo
realiza". --Papa Francisco
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“La fe y las obras son dos remos que debemos usar
igualmente si hemos de abrirnos camino aguas arriba contra la corriente de la
incredulidad”. --Elena de White
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“El optimismo es la fe que conduce al éxito. Nada puede
hacerse sin esperanza y confianza”. --Helen Keller
Corazón
De Mujer: https://www.youtube.com/watch?v=F2TLCWlguqg
"You'll Never Walk Alone": https://www.youtube.com/watch?v=iacM6UGPswM
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