La
flor en el desierto es única. En el más árido ambiente, son admirables las
flores que sobreviven ahí. Para lograrlo, combinan la belleza con capacidades de
fortaleza y protección vía el tallo y el almacenamiento de agua. Lo más significativo es que no pierden su esencia de delicadeza
y para crecer, necesitan mucho de la luz del Sol.
En la
vida, cuando todo parece desértico y sin vida ni esperanzas, hay que
fortalecerse, crecer y seguir adelante.
Ante
todo y ante todos, siempre hay motivos para ser agradecidos y afirmar la
perseverancia en el buen camino. No se trata de palabras para evadir los mas
desafiantes temas. Se trata de enfrentar los grandes temas con mayores
capacidades. Por ejemplo:
·
El hogar más estable y ejemplar no es aquel en donde
no hay problemas; es aquel en donde se logra armonía ante las diferentes
personalidades bajo un mismo techo y se desarrolla una unidad esencial para
hacer hogar.
·
El ambiente laboral más eficiente y productivo -aplicable
a cualquier otra dinámica humana, ciudadana y comunitaria- no está libre de
luchas y de controversias; es en donde no se pierde el norte ante las
distracciones, se define bien la vocación, se busca fomentar la dinámica en que
brillen los méritos y se reconozcan justamente y se dedica todo al Señor.
·
El verdadero amor no es una utopía o lo definido de “compañía
idónea” como si fuese una dimensión perfecta y sin conflictos; es sentir algo
inenarrable por un alma especial, aspirar a desarrollar un rumbo de vida
juntos, y ante las diferencias, encontrar siempre lo mayor en ese palpitar que
perdona (en la línea del genuino perdón que no es fingimiento, sino real compromiso
de cambio y evolución), armoniza, unifica y enfatiza en todo lo que pueden
forjar y consagrar como pareja.
La
flor en el desierto, en el más árido ambiente, no pierde sus esencias
admirables; y para crecer, necesita mucho de la luz del Sol. Los seres humanos debemos
recordar siempre los motivos de fe y gratitud, no perder las virtudes ante las adversidades
y tempestades, y buscar siempre la luz que es lo que mejor inspira, da
trascendencia y perfecciona al proyecto de vida mediante el verdadero amor.
Crezcamos
en las fuerzas de bien y de buen corazón. En tiempos atípicos y retadores, de
convocatoria a restaurar y edificar, lo más que se necesitan son testimonios de
reverdecer y fructificar. Siga la fuerza de inspiración presente en toda buena
creación y efectiva obra definitoria de bien. Siga el poder del amor presente
en la razón de vida y realización plena. Siga la luz de cada nuevo testimonio
en verdad victorioso como faro.
Así, mi oración
es: Señor: Por Tu misericordia infinita, apoya y bendice la realización de
nuevos testimonios en verdad victoriosos en amor y plenitud; testimonios que
den luz a las almas y permitan volver a creer.
·
"Así es la esperanza, sorprende y abre
horizontes, nos hace soñar lo inimaginable, y lo realiza". --Papa
Francisco
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