lunes, 26 de diciembre de 2011

El día después…

El día después de Navidad:



·         ¿Se recuerda el contenido y compromiso de los buenos deseos?



·         ¿Se buscan unos logros más duraderos que los adornos que pronto se guardarán?



·         ¿Se buscará que el Señor a quien se le celebró el cumpleaños sea la guía principal todos los días?



·         ¿Recordamos a los enfermos, sufridos, marginados, menospreciados, desempleados, los golpeados por pérdidas que desean que el año termine ya, las personas en soledad y las víctimas de la violencia y otros males? ¿Entendemos que no solo se les regala a los niños en edad, sino que los regalos que transmiten amor adquieren nuevas formas en cada etapa de vida, siempre con corazón de niño? ¿Oramos teniendo en mente los lugares y almas en donde hoy no hubo arbolito y regalos; no en forma de ritual o para estériles debates, sino en forma de buscar ser mejores seres humanos -en todos los sentidos y en toda medida que haga una real diferencia positiva- desde el verdadero cristianismo que se vive?  



·         ¿Se buscará superar los clichés manipuladores, los libretos caducos y todo lo que ya no funciona para propiciar las verdaderas soluciones y los alivios sinceros?



·         ¿Se buscará crecer y cambiar de verdad o se seguirá en más de lo mismo?



·         ¿Se buscaráؘ encaminar un Pacto Social que una a todos los sectores del país en el gran esfuerzo integral del progreso, el freno a la violencia y el logro de la mejor calidad de vida?

     

·         ¿Se buscará que cada saludo sea real y no por mera apariencia; que las sinceras y correctas oraciones, y las  buenas y consagradas obras, vivifiquen la fe con poder?



·         ¿Se buscará que haya en cada mensaje un real propósito de crecer y ser mejores seres humanos, al ver y entender que aparentar algo en un momento dado para luego seguir durante el curso del año en lo mismo que nada bueno aporta, no equivale a celebrar el cumpleaños de Jesucristo, sino a abofetear a Jesucristo?



·         ¿Se vivirá el Sí a lo que en verdad fomenta amor y paz?; Amor es la palabra de palabras, es lo que resume la ruta y voz del Supremo Maestro, es sentido y rumbo de vida para todos los días. De ahí surge el mejor regalo y abrazo a Jesucristo.



·         ¿Se vivirá el Sí a los mejores talentos, en las diversas áreas del quehacer humano? Que se bendiga en el más puro término, a toda alma que genere admiración e inspiración, para que siempre honre y glorifique la obra iniciada por el Supremo Creador; obra inherente a retos, grandes responsabilidades y los mayores motivos de gozo desde el buen cumplimiento. En mi caso, veo que “música cristiana” no es sólo lo que se cataloga dentro de un género, sino lo que lleva algo de Dios con fuerza de edificación, por lo que ciertamente el gran alma con dones, belleza inenarrable, energía, llamado único y presencia sin igual con el nombre artístico de Melina León es la dama y cantante cristiana que más admiro.



·         ¿Se vivirá el Sí a tocar en forma salomónica los temas de los que no se quiere hablar, para lograr nuevos y mejores resultados? Por ejemplo, que se toque el tema de fundamentar grandes peticiones y planes en cumplir grandes promesas a Dios. Se crece en el caminar, se ve mejor desde el orar y se vive mejor desde el amar. Hacer el bien con sabiduría nos define mejor. Somos llamados a la consagración que es fe en acción. De perseverar con amor, fe, valor, visión y honor se trata la vida. ¡Seamos Revolucionarios en el Señor!



Presento 12 puntos como muestra, no son los únicos. En la medida que se evolucione sabiamente, se vivirá constructivamente. ¿Nos enseña el tiempo navideño que procede creer como niños para dar mejor perspectiva a la madurez que se vive?



Presento 12 puntos: Recordemos que a las 12 nos toca hacer más que resoluciones de nuevo año; nos toca hacer compromisos que Sí se cumplan y marquen un antes y un después ante nosotros mismos y ante el Altísimo. Que cada cual, para cada área y detalle de su vida, defina el pacto que sostenga y consagre mejor su existencia. De hecho, se dice que el 12 significa “elección”, teniendo el mayor ejemplo en los doce seleccionados por Jesucristo para comenzar una suprema obra; obra que sigue en siembras y testimonios, inicios y agendas para todos los tiempos y generaciones.



Como Príncipe de Paz, es Jesucristo el mayor revolucionario porque no siguió los términos que el mundo establece para la palabra “revolucionario” y dijo que vino para que tengamos Vida en Abundancia (Ver San Juan 10:10).



En el Señor, no se es revolucionario para adelantar pequeñas agendas que poco o nada bueno aportan, seguir en más de lo mismo que tantos daños causa, justificar odios y guerras, o elevar a ídolos de cartón. En el Señor se es revolucionario de verdad al perseverar en los propósitos de pleno crecimiento, progreso y paz integral. 



¡Seamos revolucionarios! ¡Que el día siguiente sea perfecto punto de partida! En el Señor, se es revolucionario para que cada avance y victoria tenga sentido de potenciación y fructificación. No obstante, hay veces que hacer lo correcto genera recibir ataques, soledades e incomprensión, pero la clave es seguir adelante creyendo en que el bien prevalece. Seamos revolucionarios buscando actuar a la Altura de lo que el Señor espera. Seamos los revolucionarios que en la medida de lo genuino y lo consagrado, dan luz a este mundo. Dios ilumine a todos.

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