viernes, 11 de mayo de 2012

¡Saludos en su cumpleaños al joven Rodolfo Font!


Hoy 11 de mayo, cumple años el joven pastor y apóstol Rodolfo Font. ¡Lo felicito! Algo bien importante en la vida es el agradecimiento.



Reconozco con agradecimiento el mensaje de Font que desde el 2000, ha ido fomentando en mí, perseverar en pos de una nueva conciencia que sea eficaz y edificante en todos los sentidos.



No soy religioso y no hablo de religión; soy alguien que busca que le defina mejor lo que viva (que inspire con el testimonio y eduque con el ejemplo). Dar buenos principios de vida bien fundada es libertar, y el pastor Font ha sabido educar sobre los principios de siembra y cosecha, y sobre el concepto de abundancia que tan claramente expuso Jesús al decir que vino para que tengamos “vida en abundancia” (Ver San Juan 10:10).



Hay muchos géneros de semilla, por lo que es sabio profundizar en la conciencia de siembra, abono y abundante cosecha sana.



Así, es bueno enfocarnos en las lecciones del apóstol Font que educan para la siembra de hacer el bien a los demás, partiendo de la sana autoestima.



Muchas páginas requerirían el analizar cada género de semilla, como amor, perdón, misericordia, apoyo, buen consejo, respeto, excelencia en el trabajo, dignidad en la obra, honor en los cumplimientos, solidaridad, ayuda al necesitado, visita a enfermos, etc. Para ver un punto que puede trascender y ejemplificar mucho más, para mí, “cosecha sana” es buscar prosperar con sana conciencia.



Por ejemplo, no veo mal aspirar a la sobreabundancia (comprendiendo que el concepto abundancia es relativo porque para cada alma, la abundancia que le llene será algo particular). La gran pregunta es: ¿Para qué ser prosperado?



No es lo mismo buscar abundancia para satisfacer placeres en forma desordenada, que para vivificar el más puro y consagrado amor. No es lo mismo buscar abundancia para mera imagen o dañar, o para satisfacer un enloquecido consumo, que buscar ser bendecido para bendecir.



Porque se ha citado de José Martí que hasta el sol tiene manchas (se cita de él: “El sol quema con la misma luz con que calienta. El sol tiene manchas. Los desagradecidos no hablan más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la luz.”), entendamos que nadie es perfecto, que todos somos llamados a fortalecernos en la fe y que en el crecimiento que supera fallas y perfecciona la existencia; merece el pastor Font la cobertura de las oraciones sinceras de incontables almas y el apoyo de todos que infunde el Espíritu Santo en la energía constructiva de vida.



A todo eso, sumo hoy lo imperioso y muy necesario de tocar el tema de fundamentar grandes planes y peticiones en cumplir promesas a Dios. Es triste cuando no se quiere tocar ese tema, ya que de lo que no se quiere hablar, es de lo que más hay que hablar.



Todo sería mejor si cada petición se fundamentara en hacer algo grande para Dios. No hay que temar al tema de lo que se puede cumplir solo luego de haber recibido lo pedido a Dios (como el estudiante que promete presentar su diploma en el altar de graduarse y solo podrá cumplir al concederse eso). Ante una promesa sabia y bien definida, es imposible engañar y manipular. Es cuestión de fe, amor, valor y honor.

Todo sería mejor si cada petición se fundamentara en hacer algo grande a Dios. Es sagrado prometer (se dice que es mejor no prometer que no cumplir). Ante la promesa, es imposible engañar y manipular. Es cuestión de amor, valor, visión, consagración y honor. Hombre de verdad se define por esencia de alma de pacto. Así, persevero en pos de cumplir mi promesa. Por quien dedico mi mensaje vivo, impere el Señor en todo.  Todo sería mejor si cada petición se fundamentara en hacer algo grande a Dios. Es sagrado prometer (se dice que es mejor no prometer que no cumplir). Ante la promesa, es imposible engañar y manipular. Es cuestión de amor, valor, visión, consagración y honor. Hombre de verdad se define por esencia de alma de pacto. Así, persevero en pos de cumplir mi promesa. Por quien dedico mi mensaje vivo, impere el Señor en todo.

Que los nuevos testimonios sean luz para incontables almas, en tiempos en que hacen falta testimonios victoriosos de vidas consagradas y fundamentadas en cumplimientos de pactos y promesas.



Porque deseo vivir el cumplimiento de una promesa, a Dios consagro todo. Felicito al pastor y apóstol Font en tiempos de grandes retos en que se pone a prueba la fe y se acentúa lo vital de seguir perseverando.



En la medida que sea el mensaje de nueva conciencia, fuerza potenciadora para no quitarnos y enfocar la mirada en el Todopoderoso y Su Bien y Justicia ante las tempestades (para que sea El en uno, en la transformación constructiva que viene de adentro), sea cada testimonio de triunfo inspirador y aleccionador, una estrella vivificadora en el firmamento que opaca toda oscuridad. ¡Saludos en su cumpleaños al joven Rodolfo Font! Sea sabio y bendecido en todo y con toda la familia, amigos y congregación. Adelante en el nombre de Jesucristo.

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