domingo, 4 de septiembre de 2016

Santidad no es solo canonización.

Madre Teresa de Calcuta, por su ejemplo de corazón y vocación, recibe un nivel de admiración y respeto que supera fronteras ideológicas. A destacar lo que une, procede reflexionar y trascender: Es de siglos el debate sobre el protocolo y el ritual de la canonización vs el contenido bíblico. Sin embargo, se puede coincidir en dos factores:
·         Ante siglos de diferencias, procede respetar la forma en que casa cual busque su ruta de santidad y entender que la gran lección es vivir lo que se predica. Solo Dios tiene la palabra final sobre el valor de la canonización (nadie sabe cómo es el cielo), pero podemos crecer al tomar las mejores lecciones de quienes son exaltados.  
·         Reconocer que ciertos líderes que condenan la “idolatría” en el catolicismo, son quienes más idolatría fomentan hacia ellos mismo. Deberían entender que es mejor declarar  santidad que buscar silenciar y condenar a quien piense diferente.

La realidad es que el verdadero significado de ser “santo(a)”, es decisión y vivencia que supera un solemne y respetable ritual de canonización, una aleccionadora imagen o incluso aceptables teorías sobre lo que define a una “persona buena”. Ser “santo(a)”, es dedicarse al Señor. Eso no es equivalente a apartarse del mundo, juzgar a todos los demás como si fuesen inferiores, tomar lo religioso como un medio de manipulación para servirse de los demás u optar por un celibato forzado.   
           
Eso significa hacer con humildad que sea una Gran Realidad en todo en la vida, el dedicar TODO al Señor en la mayor forma humana. Se recomienda preguntarse ante cada decisión y camino: “¿Sirve sabiamente, con amor y a cabalidad, y sobre todo le agrada al Señor?”. No todo ante las congregaciones tiene santidad y mucho en el diario vivir potencia con suprema santidad fuera de lo tradicional. Por eso es vital buscar tener capacidad de discernimiento.  
                   
Así, al dar trascendencia a lo cotidiano y la vocación, TODA alma puede vivir en santidad; en todo trabajo y toda función que forma y sirve bien. Así, mi primer y gran modelo de santidad fueron mis padres. Somos llamados a unir y restaurar, con la certeza de que Dios está con nosotros, nos bendice y fortalece en las causas justas y en lo correcto que es fe en acción con buenas obras y amor con poder.
           
Hay santidad en toda expresión de sincero amor, en toda acción para sembrar el bien y la potenciación edificante al prójimo, en el esmero para trabajar con excelencia, en el valor para no avalar abusos y corrupción, en la decisión de ejercer toda autoridad con humildad y sabiduría, en lo propio de dar transmitir efectivos testimonios y educar con el ejemplo, en fin, en todo lo que define a crecer como mejores seres humanos.
           
Pienso que lo de santidad en Madre Teresa de Calcuta no depende de un ritual, lo hizo ella como ser humano con virtudes y defectos. Madre Teresa de Calcuta confirma que es mucho más que su vestimenta, es la fe que se define con amor y buenas obras. Ser “cristiano” no es religión, un género musical o una marca comercial. Ser “cristiano” no es ser perfecto o inmune a lo que afecta al mundo. Ser “cristiano” es ser creyente; lo que infunde una naturaleza revolucionaria al palpitar, al ver, creer, pensar y hacer. TODA alma puede perseverar y vivir en santidad en el fomento de paz integral y progreso con equidad. Dios ilumine a todos.

http://www.elnuevodia.com/noticias/internacionales/nota/papadeclarasantaalamadreteresadecalcuta-2237712/

http://www.wapa.tv/galerias/detalle/noticentro/2023 

http://www.telemundo.com/noticias/2016/09/04/el-papa-declara-santa-la-madre-teresa-de-calcuta



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