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“Fue Lila Mayoral quien llevó al gobierno de Hernández
Colón a tomar la decisión de construir casas de cemento para los damnificados
de la tragedia de Mameyes en Ponce”. –semblanza Lila Mayoral
Lila de las Mercedes Mayoral Wirshing fue en las
jornadas en este mundo, una respetable y talentosa dama. Sus padres fueron el industrial
Juan Eugenio Mayoral Renovales y de Julita Wirshing Serrallés; fue la segunda
de cuatro hermanas. Estudió en el Liceo Ponceño y cursó la escuela superior en
la Danna Hall de Massachusetts. En 1982 completó su título universitario en la Universidad del Sagrado Corazón.
En la ruta del destino que une con perfección a las almas, llegó a ser la esposa
del licenciado Rafael Hernández Colón (juntos edificaron una familia con sus
hijos Rafael, José Alfredo, Dora Mercedes y Juan Eugenio). Lila fue sobre todo,
gran ser humano.
Se destacó en las grandes causas como extensión del
amor en el hogar. Asumió el rol de Primera Dama en forma ejemplar y con sentido
de ayuda al prójimo. Apoyaba la reforestación. Ante el azote de fenómenos
atmosféricos, asumía el liderato para ayudar a víctimas y damnificados.
Encabezó la campaña en contra de las drogas (la iniciativa “Abre tus ojos a un
mundo sin drogas”). Fomentó establecer centros de cuidado diurno en las agencias
de Gobierno para hijos de empleados. Fue solidaria con lo humanitario y el
edificio en el Centro San Francisco en Ponce tiene su nombre.
Lo anterior es una muy resumida muestra. Lila supo
hacer mucho con suma entrega y humildad. Humildad no es escasez o privarse de
bienes y alegrías (Jesús dice en San Juan 10:10 que vino para que tengamos vida
en abundancia); humildad es reconocer lo breve del tiempo y lo transitorio de
las cosas, entender las realidades humanas y buscar crecer, prosperar sabiamente
y consagrar todo lo mejor del ser.
Lila Mayoral fue gran mujer de fe en el cristianismo
que se vive y falleció el 7 de enero de 2003. En la Homilía de la Santa Misa
por el descanso eterno de Lila Mayoral y la paz a sus familiares, allegados y
todos, dijo Vicente Ariza Soler:
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“…Lila se durmió en el Señor precisamente en su casa,
en su habitación, y rodeada de sus seres más queridos. Es decir, su tránsito se
llevó a cabo de un modo a la vez magnífico y sencillo: podríamos calificarlo
como maravillosamente normal. Una vez más se cumplió algo que hemos oído muchas
veces: se muere como se vive”.
En la Fundación Biblioteca Rafael Hernández Colón, el
nombre y la vocación de Lila, siguen y crecen mediante la Biblioteca Infantil Mayoral
Wirshing. Sigamos en la existencia la trayectoria de hacer y sembrar el bien;
de la equidad integral que es buena y agrada a Dios; y de hacer de la vida una
causa de amor. Dios ilumine a todos.
Documental Lila Mayoral 2011: https://www.youtube.com/watch?v=PAFwgHMkr34
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