Hay que buscar las más sabias
soluciones como proyecto de país. Uno de los factores preocupantes del IVA es
el impacto en la cadena de distribución que jamaquea en su final al consumidor.
Un gran tema es el modelo de desarrollo socioeconómico.
Carmen Yulín
ejemplifica que Dios se creció al crear a la mujer. Como hombre,
le doy las gracias y la gloria a Dios cuando la mujer da lecciones. Como hombre
de fe, reconozco que grande es el Corazón de Mujer.
Carmen
Yulín es hoy La Voz de la Conciencia en el nivel que lo fue doña Inés Mendoza
de Muñoz Marín. Ella es credibilidad por su palabra y trayectoria; vivifica la
fe y el patriotismo con luz propia y divina.
Carmen
Yulín perfecciona la inspiración y todo lo admirable por el poder que viene del
alma, razón y corazón. Se ha ganado el sitial de liderazgo en el nivel de las
grandes mujeres que hacen historia, desde los entornos de hogar que tanto
forjan, hasta los entornos comunitarios y más complejos que tanto requieren en
perseverancia y voluntad incorruptible e inquebrantable. ¡Gracias Carmen
Yulín!!!!!
En
cada tema de impacto, la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín, explica en el
nivel de doña Inés y don Luis; habla con suma claridad y con la frente en alto.
Ciertamente ella es mujer de Dios. Demos gracias por contar en la Isla del
Cordero con tal nivel de consagración (desde la realidad humana imperfecta que
va perfeccionando detalles y esencias en el proceso evolutivo) en lo correcto,
en la verdad y en las grandes causas.
Carmen Yulín me recuerda el sentido
de compromiso y la sensibilidad de doña Felisa Rincón de Gautier, y el valor de
Rafael “Churumba” Cordero Santiago. Que de la conciencia idealista con los pies
en la tierra y consagrada, surjan las más sabias, justicieras, humanas y
efectivas soluciones.
·
“Mi primer saludo es para ese hombre que
está a mi izquierda (mira hacia foto de Luis Muñoz Marín), cuya mirada sobre
sus mujeres puertorriqueñas.
Sus
ojos que ya no las miran a ustedes. Ustedes no sabrán nunca con cuánto amor las
miraron esos ojos a todas ustedes, desde aquellas despalilladoras, aquellas
aguadoras descalzas, aquellas costureras, aquellas mujeres empobrecidas, de los
hijos muertos, de los hijos hambrientos, de los hijos en hamacas.
Aquellas
mujeres, cómo él las amó, más que a mí, más que a nadie en el mundo; ellas
fueron las que salvaron a nuestro país. Que esa mirada se quede en los ojos de
ustedes, mujeres, que pasen a los ojos de sus hijas, en una cadena de valor y
de amor, que salve siempre a Puerto Rico...
…Y quiero que se
acuerden de esto mientras vivan: Que nunca es más hermosa una mujer, que cuando
defiende el derecho de su pueblo, su libertad, su pan, su tierra”.
--Doña Inés María
Mendoza Vda. de Muñoz Marín