Olvidan quienes
dicen que la mayoría manda e impone, que el cristianismo comenzó como una
minoría; y que la gran virtud de la democracia no está en la imposición de mayorías,
sino en la consideración y buen trato a minorías y a todos.
Voy más allá:
Olvidan que la Ley de Siembra y Cosecha y el Mandamiento del Amor; y que una
mayoría gritando “¡Barrabás, Barrabás…!”, dio paso al peor de los abusos. No
hay cristianismo en el grito intolerante y el cainismo.
No es de sorprender, ya que Jesús
fue perseguido por religiosos y nos exhorta a seguir adelante porque Él ha
vencido, y con Él vencemos Así, heroicos
son los religiosos que no siguen esa ruta y reconocen que ser cristiano es
apoyar la Equidad.
Así, abogar por el amor, el respeto,
la empatía, la solidaridad y el progreso con equidad, es todo un acto
revolucionario (a la altura de Jesús, que fue constructivamente
revolucionario).
Sigan dándose los Damasco a quienes
necesitan redescubrir el buen camino. Sigan siendo más que bendecidos quienes
sabia y heroicamente fomentan paz integral y armonía con el entendimiento de
que todo lo mejor del ser humano nace y se manifiesta desde la conciencia que
todos somos hijos de Dios. Adelante…
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