Hay
veces que uno debe escribir como cuestión de conciencia; como si de ello
dependiera mucho, y más que uno mismo.
Reconozco
que hubo unos años de reuniones de nuestra Clase Graduada de Ponce High de 1985
en que no participé, por estar desempleado. Hubo también etapas en que factores
desánimo por razones ajenas a la Clase, generaban apatía.
Merece
respeto quien opta por no participar en actividades de la Clase. No deja de ser
miembro de la clase y no se pierde la amistad por ello. Es razonable encontrar
motivos para no participar, como pensar que una crisis financiera o personal aísla,
no estar en el escenario que se visualizaba en el momento de la graduación, o
estar en etapas en que –incluso en bendición-- se piensa que no amerita
recordar años formativos.
Seré
más directo: Hay en el país quienes dicen no creer en los reencuentros de
Clase, no le encuentran sentido y argumentan que no procede mirar al pasado.
Podrá haber quienes buscan escapar de heridas y podrá haber quienes piensan que
es signo de debilidad atesorara días dorados. La realidad es que quien se mofa
de la expresión “estás igualito”, en verdad proyecta que le gusta la dinámica
rejuvenecedora; y como patrón general, quien critica en verdad desea participar.
En la medida que al sincerase la persona ve que agrada el concepto de
reencuentros y su potencial forjador, de ahí procede apoyar y participar en
todo lo posible. Como algunos puntos básicos:
·
He aprendido que cuando en la vida las circunstancias
son más adversas, es cuando más hay que buscar motivos positivos y solidarios.
Por eso, a quien decide no participar por sentirse mal, mi recomendación es
decir presente y participar.
·
Hay quienes critican que luego de las actividades no
se coincide nuevamente, pero eso no debe ser así. Muchas formas hay para
mantener la comunicación más allá der las actividades y por eso, mi
recomendación es decir presente y participar con la determinación de crear
nuevos paradigmas de real y constante confraternización.
·
Lamento las reuniones y actividades que me perdí. Por
ejemplo, me perdí las etapas iniciales de quienes comenzaban a formar familias.
No siendo posible echar el tiempo atrás y enmendar, sí se puede participar ahora
con nueva conciencia.
Indistintamente
de circunstancias, es toda una hazaña el haber llegado al presente. Procede dar
gracias (cada cual desde su perspectiva de trascendencia) y buscar propósitos
para dar vida a la vida.
En el proceso, redescubrir las esencias que
tanto bien potenciaban en Ponce High (en los gratos recuerdos y en lo no tan
grato, siempre presente lo que de alguna forma dibujaba una sonrisa o renovaba
la esperanza; habiendo alegrías y penas, pasos y contrastes, en un mundo imperfecto
en el que el Supremo Maestro exhorta a perseverar y seguir adelante), y que
mucho más pueden potenciar hoy al crecer.
Invito
a todo el que conozca a alguien que considere no participar en actividades de
la Clase, a compartir este mensaje con dicha persona. Es un mensaje con el
corazón en la mano. Es un mensaje para alentar el amor, la fe y el idealismo
con los pies en la tierra, que reconoce que no renunciar y participar es el
acto más revolucionario ante el mundo, ante uno mismo y ante el Creador. Es un
mensaje-llamado para que con respeto a toda decisión, se tenga presente que la
Clase somos todos.
¡El
30 Aniversario de la Clase Graduada de Ponce High de 1985 es Tú, es Nosotros,
es Todos! ¡Di Presente! ¡Participa!
·
“Quien tiene la voluntad tiene la fuerza”. --Menandro
De Atenas
Me encantó.... Gracias, siempre Gerardo...
ResponderEliminar