Es bueno el mensaje del presidente
Obama en contra de la violencia (eso es educación de perspectiva de género); y
es aplicable a la dinámica que ocurre en Puerto Rico, que se puede ver como “tiempos
atípicos”. Son tiempos atípicos en que hay quienes no honran la vocación
consagrada, y hay quienes honran bien al Señor desde otros roles.
¿Atacarán al presidente Obama en la
Isla los que se dedican a demonizar a toda persona que fomente la tolerancia y la
sana convivencia? En lo revelador, son estilos que como radiografía, presentan a
cada cual como es, tanto a quien es todo lo opuesto al mensaje de Jesús, como a
quien es instrumento de paz y canal de bendición.
Es triste que ciertos líderes
religiosos y extremistas, al no tener razones ni argumentos para sostener
posturas en contra de la Equidad que es buena y agrada a Dios, recurran a
odios, gritos, engaños y maltratos para tratar de adelantar agendas personales
que nada tienen que ver con valores y el bien de la familia.
No es de sorprender, ya que Jesús
fue perseguido por religiosos. ¿Quién en su sano juicio puede estar en contra
de la equidad y el respeto entre el hombre y la mujer?
Siento empatía hacia los maltratados
por no decir “Amén” a los estilos y mensajes negativos. Siento empatía hacia
quienes no han tenido otra opción que dejar roles ministeriales, o incluso no
congregarse o asistir solo el domingo, pero en verdad buscan del Dios que ama y
creó diversidad y un mundo sin fronteras.
Afortunadamente no todo el liderato
religioso falla; merecen apoyo los que honran la vocación. Lo esperanzador es
cómo hay almas que buscan un real y personal desarrollo espiritual más allá de
los estilos caducos.
Si
mala es la violencia en contra de la mujer que es notable, peor es la violencia
oculta que se justifica con machismo y hasta fanatismo religioso. Por ejemplo, cuando
se piensa que una mujer debe limitar su
potencial y aceptar humillaciones con la idea de que así hay “lealtad” y
“amor”, lo veo como violencia en contra de la mujer que daña su hogar y todo. Ante
el mal, lo mejor es fomentar orden salomónico, armonía y paz.
Así,
abogar por el amor, el respeto y el progreso con equidad, es todo un acto
revolucionario (a la altura de Jesús, que fue constructivamente
revolucionario). Es cuestión de forjar un nuevo y mejor Nosotros.
Sigan
dándose los Damasco a quienes necesitan redescubrir el buen camino. Sigan
siendo más que bendecidos quienes sabia y heroicamente fomentan paz integral y
armonía con el entendimiento de que todo lo mejor del ser humano nace y se
manifiesta desde la conciencia que todos somos hijos de Dios. Adelante…
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