sábado, 24 de noviembre de 2012

Dios bendiga a nuestros modelistas


“Broken Bow” es el episodio piloto de la serie “Star Trek, Enterprise”. Algo que me gusta MUCHO de ese episodio, es que comienza con Henry Archer acompañando a su hijo Jonathan, quien pinta su modelo a escala de una nave.

 

En ese futuro, los modelos a escala de naves pueden volar y ser guiados con control remoto y en la historia, Jonathan Archer llega a ser Capitán de la nave “NX-01 Enterprise”, la primera con motor capaz de viajar a velocidad “Warp 5”.

 

Se trata de una nave que con esa velocidad puede llegar a donde no se ha llegado, pero el gran viaje ya había comenzado con los modelos a escala. Eso es algo que no se limita a la ciencia ficción, comienza en la vida real.

 

Muchos que comenzaron en el pasatiempo de los modelos a escala, han logrado profesiones, conquistar cumbres y ser tener admirables vidas productivas. Es en la imaginación y los talentos que comienzan grandes sueños y realidades.

 

Bendigo a todos los modelistas y le dedico un saludo especial a quienes les apoyan. Apoyar a modelistas desde temprana edad y a quienes descubren en este quehacer todo un nuevo mundo, es apoyar grandes proyectos de persona y familia. Es una gran manera efectiva de fomentar una buena calidad  de vida.

 

En tiempos en que genera consternación la violencia y los factores que quebrantan la tranquilidad y las bases de la familia, el quehacer de los modelistas es mucho más que un pasatiempo, es un taller que desarrolla valores, capacidades y posibilidades.

 

Siempre habrá retos y problemas en la vida, pero hay nueva esperanza en cada modelista que no teme a seguir cultivando su don y expone los frutos de su trabajo como parte de una vocación creativa que honra al Supremo Creador.

 

No solo es algo sano, sino que el proceso de hacer un modelo pule mucho, como la paciencia, la atención y el esmero. Es algo forjador y potenciador.

 

Cada modelo es todo un proyecto de vida que enaltece la capacidad de atender cada detalle, de forjar obras de arte y de proteger el buen fruto.

 

Demos gracias a Dios por cada iniciativa que aporta a ver que con creatividad y perseverancia, se puede llegar a donde no se ha llegado. Dios ilumine a todos.

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