viernes, 25 de marzo de 2016

Inmenso es el Poder del Corazón de Mujer en la obra de Jesús.

En Génesis, se ve que Dios “formó” al hombre del polvo, como alfarero, pero a la mujer la “hizo”, lo que implica más cuidado. He escrito que “Dios se creció al crear a la mujer”. Puede haber belleza externa con gran belleza interna. En la Biblia, la historia de Ester lo confirma. Destacadas y admirables mujeres acentúan eso y he escrito:
·         “En Génesis 2:18-25 se presenta la creación de la mujer como la más inspirada obra maestra. No es casualidad, sino causalidad, que sea de la mujer un poder de origen creador y el vital rol maternal. Veo algo del ojo detallista de la mujer, en el relato de inicio de Génesis cuando Dios trae luz y orden a la Tierra”.

Siguiendo la línea de lo anterior, en San Lucas 8:1-3 dice:
·         “Más tarde, Jesús andaba recorriendo pueblos y aldeas, proclamando la buena noticia del reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres a quienes había liberado de espíritus malignos y de otras enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que Jesús había hecho salir siete demonios; Juana, la mujer de Cusa, administrador de Herodes; Susana y muchas otras. Todas ellas ayudaban con sus propios recursos a Jesús y sus discípulos”.

Eso significa mucho, ya que Jesús era trabajador (los recursos eran para servir y no para servirse). Esa cita nos confirma que para Jesús, contrario a lo que su cultura establecía de sumisión de la mujer, la mujer sí es importante. Esa cita establece agradecimiento en las Mujeres Liberadas; contando ellas con sentido de compromiso y liderato, capacidad administrativa y hasta de financiar la obra. Es de Dios que la gran alma con dones, talentos, llamado único, energía, belleza inenarrable y presencia sin igual, con el nombre artístico de Melina León, comenzara su carrera cantando a las Mujeres Liberadas. He escrito:
·         “Reconocer a las mujeres, es reconocer todo lo puro que supera las palabras, que se encarna en la mujer. Es tener acción de gracias y al mismo tiempo, dedicar un recuerdo especial a las mujeres y las madres que han partido de este mundo. Es dar motivos de regocijo para dar vida a la vida.

Todo se resume en la grandeza del “Corazón de Mujer” (Es de Dios la producción de Melina “Corazón de Mujer”). Por eso también he escrito: “Si hay un nuevo mundo a edificar y consagrar, ¡Que mejor que el Corazón de Mujer para inspirarlo y forjarlo!”
                                                     
La mujer es combinación de belleza y arte, delicadeza y fuerza, que supera mucho. Dios emplea los medios que Él desea para responder, obra y edificar. Hay música dedicada al Altísimo en el género de la música sacra y fuera del mismo, ya que el cristianismo trasciende y no es religión, es fe y convicción, vivencia y relación.  Descubro al cristianismo en cada buen pensamiento, testimonio de valor y amor, liderato consagrado y diversos talentos que rompen moldes y superan estereotipos. Doy gracias a Dios por los trazos de perfección en un mundo imperfecto; que son aliento, y también jamaqueo para concienciar. Dios se creció al crear a la mujer.

                   
     

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