martes, 2 de agosto de 2016

Las bellezas de más de 50 años confirman que toda etapa tiene su encanto.

Atesorar la vida con visión trascendente, permite fomentar el cuido y la sana autoestima en todo lo posible; no hay que tener millones para descubrir, desarrollar y maximizar talentos y dones. No edifica a los demás ni a la persona en sí, y no agrada al Creador, el tratar de justificar descuidos, desorden, abandonos, inercia y desidia.      
Permite reiterar que se puede armonizar el brillo externo con el brillo interno.
                            
Veo que NO es imposible que haya en la mujer la perfecta y armoniosa combinación de la belleza externa y la interna. Porque la Biblia es como un Gran Libro de Salud Integral y Medicina para diferentes condiciones, temas y problemas:
·         El contenido de Proverbios sobre “la mujer virtuosa” nos recuerda que no procede olvidar la humildad, que al perder valores se convierte en vanidad; que no se tome para fomentar descuido, la auto-adulación y las imposiciones que no son duraderas.
·         El contenido de Cantares nos recuerda que lo admirable no es pecado y que el cuido y fomento de la autoestima da nuevos niveles al amor y la consagrada pasión que redefine la belleza; que no se olvide selectivamente y no se tergiverse.
Con justo balance, buscando acentuar todo lo mejor, se enriquece y fructifica la vocación y se logra más. ¡Se Puede lograr el balance perfecto de paz y armonía!
                                                 
La mujer puede ser cada día más hermosa con el paso del tiempo; en la medida que supere los estereotipos y rompa moldes arcaicos, se valore a sí misma y se consagre, y descubra lo que supera palabras en sí misma. Eso es confirmar que en la vida no hay retiros, sino pasos de evolución.

En verdad Dios se creció al crear a la mujer. Hay grandeza en cada mujer que redefine y perfecciona el concepto “belleza”. En Génesis 2:18-25 se presenta la creación de la mujer como la más inspirada obra maestra. No es casualidad, sino causalidad, que sea de la mujer un poder de origen creador y el vital rol maternal. Veo algo del ojo detallista de la mujer, en el relato de inicio de Génesis cuando Dios trae luz y orden a la Tierra.

La belleza es tan de Dios como la verdad y las virtudes (interesante que son términos que comienzan con el artículo en femenino). Adelante, que lo vivido es prólogo. 






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