jueves, 17 de enero de 2013

Es el tono de azul en la bandera y es mucho más…


De tiempo en tiempo, surge el debate sobre el tono de azul que debe tener la bandera de la nación puertorriqueña. La realidad es el tono de azul en la bandera y es mucho más; es el simbolismo de cada alma y la Isla en la estrella como creación de Dios, destello en la bóveda celeste, o como estable barca en las aguas. En su mensaje del 25 de julio de 1952, dijo el prócer-maestro, grande por su humildad, Luis Muñoz Marín:

 

“Puerto Rico, apretado haz de resistencia espiritual frente a los nacionalismos destructores de la paz y de la esperanza del hombre, es imagen en el corazón de su gente, que su gente pone hoy y para siempre en su bandera.

Cultura de libertad, de trabajo, de serenidad, de justicia, de generosidad; cultura que ve al prójimo y no cree que hay extranjero; cultura modesta y buena en su vivienda, a gusto en sus quehaceres, resguardada frente al infortunio, abundante y sencilla en la mesa, alegre en la fiesta, sin pobreza y sin hábitos enloquecidos de consumo, viril en la defensa del derecho, que valora al hombre más por lo quiere hacer que por lo que se proponga adquirir, reverente en el amor de Dios. Esta es la imagen de nuestro pueblo que ponemos, con el hondo cariño de nuestra alma, en la bandera del Estado Libre Asociado de Puerto Rico que voy a izar ahora en nombre de todos los puertorriqueños. ¡Y que Dios la bendiga!”

 

¡En esas palabras vemos el concepto de las alianzas y del programa que pone a la gente primero! ¡Claro que funciona! Veamos más para afianzar el entendimiento:

 

La bandera de Puerto Rico tiene nombre oficial: Bandera del Estado Libre Asociado de Puerto Rico (Ver el Reglamento sobre el Uso en Puerto Rico de la Bandera del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, y para Otros Fines, que se adopta de conformidad con la Ley Núm. 1 del 24 de julio de 1952). En el actual sistema de Estado Libre Asociado, nuestra bandera flota a la misma altura que la bandera de Estados Unidos y un gran ejemplo de la presencia de nuestra bandera está en el olimpismo.

 

Respeto la bandera de Estados Unidos y cuando se entonan los himnos de Puerto Rico y Estados Unidos, dedico a ambos el mismo nivel de reverencia. Existe el vínculo de la ciudadanía, y los miles de compatriotas que emigran confirman que los pueblos son llamados a buscar su plena superación, viendo que el status es una herramienta y no un fin en sí, y venciendo toda barrera insularista o de nacionalismo sin sentido mayor.

 

La libertad integral y adelantos que tanta gente de diversos orígenes del mundo encuentra en la bandera de Estados Unidos, supera la suma de fallas que se pueda señalar a la nación norteamericana. No obstante, eso no debe llevar a menospreciar lo que significa la bandera del ELA en nuestras conquistas y realizaciones como pueblo. Lo vivido es prólogo y somos llamados a ir creciendo y perfeccionando cada día.

 

Es cierto que el tema de los símbolos patrios no es el único punto a considerar al decidir sobre la alternativa de status político y otros temas, pero también es cierto que todo progreso material se desnaturaliza y desvirtúa sin amor patrio, visión trascendente y consagración de los rumbos y propósitos de vida. Lo más importante: Procede forjar una patria de todos, por todos y para todos, lo que es más que fórmulas de status y supera toda frontera ideológica.  ¿Creemos o no creemos en Puerto Rico?

 

Los líderes, estructuras diversas, y sistemas de gobierno, pueden inspirar y propiciar; en eso pueden hacer mucho si emulan el ejemplo de Salomón que pidió sabiduría a Dios para gobernar bien, pero la obra es de todos y de cada uno. Los pueblos que consagran su camino, crecen y progresan al apoyar y alentar las manifestaciones de su sana autoestima, talento y creatividad. Es el tono de azul en la bandera y es mucho más… ¡es el real y consagrado AMOR a la Isla del Cordero! Dios ilumine a todos.

 

--Gerardo L. Berríos Martínez   

 

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