domingo, 6 de enero de 2013

Una persona es una persona…


He visto la película animada “Horton” y en verdad es interesante y aleccionadora. En la película, un elefante habla con los habitantes de un mundo en una partícula que está sobre un trébol. Una gran lección es que Horton y los de la partícula, establecieron con valor y la fuerza del creer, que hay más que lo que se puede ver y escuchar.

 

Terminó la película con lo siguiente: “Una persona es una persona, sin importar su tamaño”. Es algo que trasciende…

 

Al contemplar que nuestro planeta Tierra es como una partícula en el universo, y que la fe llama a ver más allá, se desarrolla humildad y mayor conciencia de conservación y consagración. Dios hizo un planeta sin fronteras y ciclos de vida. Dios ilumine a todos.

 


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