Gracias
Señor por la vida de mi madre.
Gracias
Señor por el Damasco; que llama a no olvidar y seguir pasos de fe y
perseverancia, de concienciación y perfeccionamiento.
Gracias Señor
por el nuevo testimonio de vida y potencialidades ante un mundo que cree que
después de cierta edad ya nada se puede crear, hacer y aportar. La fe es
creativa y constructivamente revolucionaria.
Gracias
Señor por los testimonios y milagros que dan luz y son prólogo…
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